Dos estilos, un mismo pálpito: la Administración española camina ya hacia la investidura de Mariano Rajoy a finales de octubre. En el palacio de La Moncloa, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, lo ha deseado “con prudencia” porque, dijo, es lo mejor para España.

Antes ya se le había adelantado José Manuel García-Margallo, el ministro de Asuntos Exteriores, desde Turquía. “No he tenido tiempo de auscultar el hígado de las aves, pero el día es brillante y mi presentimiento íntimo es que las cosas van por buen camino y tendremos antes del 31 de octubre fumata blanca”, ha dicho el canciller según recoge la agencia Efe.

Margallo ha añadido que la próxima investidura de Rajoy es producto del “patriotismo” del PSOE post-Pedro Sánchez, mientras que Soraya se ha limitado a celebrar en Madrid que el Gobierno haya recuperado “el diálogo” con el partido socialista “dentro de la normalidad institucional”.

CALENDARIO INSTITUCIONAL

“Es bueno que hayamos recuperado esa normalidad institucional del diálogo. Es un paso positivo. Pero más allá de esa cuestión, respeto a los plazos del partido socialista y a los establecidos por la Constitución”, ha señalado Santamaría, que ha insistido en que hay tiempo todavía para investir a Rajoy antes del 31 de octubre: “Si hay voluntad todo puede hacerse. Intentaremos articular el calendario institucional con las necesidades de unos y otros”.

Ese calendario pasa por una cita ineludible: la del sábado 15 de octubre, cuando el Comité Federal del PSOE ha de decidir la abstención que todos dan por hecho. Esta semana, el Rey tiene la agenda llena de actos institucionales, incluidos el 12 de octubre en Madrid y una cita cultural en Barcelona el sábado 15. Entre el 17 y el 19 de octubre, el Rey tiene tiempo para realizar las consultas de modo que el 24 de octubre puede haber una primera sesión de investidura.

Eso permitiría a Rajoy viajar a la cumbre Iberoamericana de Cartagena de Indias como presidente del Gobierno de verdad, aunque fuentes gubernamentales se resisten a confirmar su presencia en Colombia por si las fechas son demasiado justas y Rajoy ha de permanecer en España para ser investido. La jornada segunda coincidiría casi al milímetro con el decreto de disolución de las Cortes que se aprobó el 26 de octubre de 2015: un año entero de limbo político.

Santamaría ha ignorado la pregunta sobre lo sucedido durante cuatro días en los aledaños de Moncloa y de Génova: un coro de voces repitiendo tras la debacle del PSOE que el PP exigiría condiciones de gobernabilidad no solo de investidura, para que este jueves Rajoy lo desmintiera en Torremolinos en un oscuro acto institucional buscado para hacer unas declaraciones a la prensa.

“Nuestra postura ha sido la misma desde el pasado 21 de diciembre: siempre hemos sido defensores de un gobierno de coalición”, ha concluido “Si el resultado del diálogo ahora lleva a una legislatura y ésta continúa tiene que ser de corte colaborativo”. 

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