Un día antes de que Mariano Rajoy dé a conocer la composición de su nuevo Gobierno, el Congreso ha dado signos de lo que se avecina: el diálogo entre PP, PSOE y Ciudadanos para hacer política de forma consensuada en la que no sólo se tenga en cuenta al Ejecutivo sino también al Parlamento.

Este miércoles, la Comisión de Exteriores ha aprobado una Proposición No de Ley (PNL) impulsada por el PSOE para establecer un “marco institucional consensuado”, además de “diálogo” y un “plan de acción” para que España lleve a cabo una política de Estado hacia Gibraltar que incluya el visto bueno de las fuerzas parlamentarias: una auténtica enmienda a la totalidad de la política desarrollada por José Manuel García-Margallo en los últimos cinco años en el Peñón.

Teófila Martínez, la histórica alcadesa de Cádiz del PP, ha sido crítica con las supuestas prácticas del Peñón (sociedades instrumentales, rellenos sin tener en cuenta normas mediambentales, bunkerización y tráfico ilegal de tabaco y de droga) pero ha apoyado la PNL para que “la política sobre Gibraltar se discuta en sede parlamentaria” y porque es “imprescindible que de una vez por todas se establezca una estrategia a medio y largo plazo que coordine a las distintas administraciones para que mejoren las condiciones del Campo de Gibraltar”.

LA ALCALDESA DE CÁDIZ

Martínez conoce la zona como la palma de su mano, y sabe muy bien cuáles son los problemas locales, sobre todo el paro. Su presencia en la Comisión de Exteriores justo en estos meses en los que se abrirá la negociación postBrexit es importante, según fuentes populares. También UPN, socio del PP, ha votado a favor. “Es un tema de Estado, sería bueno que este Congreso tuviera un papel más protagonista, más altura de miras. Vamos a ver si somos capaces de ponernos de acuerdo. Deseo que podamos trabajar en esa estrategia común”, ha defendido el diputado Carlos Salvador.

La PNL, redactada por el diputado gaditano Salvador de la Encina, fue presentada el pasado 7 de octubre, tres días después de que España ofreciera ante la ONU un plan de cosoberanía en Gibraltar tras el Brexit. Para De la Encina, se trata de un “acto unilateral muy grave en un asunto de Estado de un Gobierno en funciones”. Según Fernando Maura (Ciudadanos), Margallo les comunicó a los diputados sus intenciones “en un desayuno de trabajo” poco antes de la presentación en Nueva York, pero tenía que haberlo hecho “con luz y taquígrafos y con el apoyo del Parlamento”.

“Este es un caso paradigmático de la falta de apoyo parlamentario del Gobierno. Tengo que expresar mi disgusto al ver cómo Margallo ha actuado sin tener la cobertura del Parlamento”, ha añadido Maura. Según De La Encina, “es intolerable que el Congreso de los Diputados conozca las líneas de actuación del Gobierno sobre esta cuestión por los medios de comunicación. Ahora nos encontramos en 2016 con un ministro en funciones que plantea un plan de soberanía del que no sabemos nada”.

FANFARRONADA

Los 6 puntos de la PNL ha sido ligeramente retocado por el PP en su redacción, pero la filosofía de base es la misma:marco institucional consensuado; consenso parlamentario: plan de acción para desbloquear el diálogo; velar por los intereses de los aproximadamente 10.000 españoles que trabajan en el Peñón; foro diálogo local y diálogo con las autoridades gibraltareñas.

ERC ha votado en contra porque la PNL no incluye el derecho de autodeterminación de los gibraltareños. Tardà ha tildado de “fanfarronada” uno de los últimos enfrentamientos de Margallo con Fabián Picardo, el ministro principal del Roca: cuando le espetó en TVE que pondría “la bandera” de España “antes de lo que él [Picardo] cree”. En este sentido, Tardà ha recordado que la actuación del Gobirno español no es conducente a “recuperar la estima de los gibraltareños”. Por ejemplo, obligando a la selección de fútbol de Gibraltar – reconocida por la UEFA y por la Fifa- a que juegue en Faro (Portugal) porque no puede hacerlo en España: “Son las formas del sistema político español”.

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