Intensa agenda mediática este lunes de la presidenta andaluza, Susana Díaz. Segundo round televisivo en una cadena nacional en la misma mañana. Si a primera hora analizaba la relación del PSOE y el PSC en el Programa de Ana Rosa en Telecinco, a mediodía repetía en La Sexta, en Al Rojo Vivo. Casi los mismos temas a debate, pero esta vez se centraba en el mensaje continuista de Mariano Rajoy en su política económica lanzado en la junta directiva nacional del PP. El anuncio no le hacía más que presagiar a Díaz un diálogo "imposible" en materia presupuestaria y económica.
"Me llevo el balón porque es mío". Con esta frase, Díaz ha querido resumir la actitud de Rajoy para el debate los Presupuestos Generales del Estado. Lo que para el popular es una estrategia de presión para sacar sus cuentas adelante, bajo la amenaza de una convocatoria electoral para primavera, para Díaz no es más que un "chantaje" al que se ha entregado el PP en pleno. "Mal empezamos", ha dicho la líder andaluza sobre su actitud. No es la única que lo ve imposible. El portavoz parlamentario socialista, Antonio Hernando, ha calificado de "prácticamente imposible" que el PSOE apoye los PGE, aunque sí hace una concesión: debatir el techo de gasto.
Díaz no ha querido entrar a valorar el proyecto presupuestario por desconocerlo, pero sí cree que para que el PSOE los apoye "Rajoy debería hacerse una enmienda a la totalidad a sí mismo". En esa enmienda, se devolverían las cuentas al Gobierno, porque además no van a contemplar un cambio de rumbo económico, por ejemplo, con la derogación de la reforma laboral. Y, precisamente, eso es lo que ha anunciado Rajoy: las reformas económicas aplicadas van a seguir vigentes no se van a liquidar "por prejuicios ideológicos", porque han sido "eficaces".
En esta declaración de intenciones lo que ha visto Díaz ha sido una falta de voluntad de diálogo y le ha invitado a "ponerse a trabajar" si quiere sacar sus políticas adelante, en especial, por el flanco de lo que ella llama la derecha periférica. El PP tendrá que buscarse nuevos aliados, porque con el PSOE parece que no va a poder contar.
"No veo su voluntad de diálogo en sus primeros pasos", ha dicho, poniendo como ejemplo lo que ella interpreta como una amenaza sobre las pensiones por viudedad, al cambiar de pensiones contributivas a asistenciales, lo que las hace vulnerables ante cualquier recorte presupuestario. Díaz tiene claro que a Rajoy "se le ve ya el plumero".
No está quemada, en la calle recibe "cariño"
Al igual que en el programa de Telecinco, en La Sexta, Díaz también ha hecho frente a un intenso cuestionario sobre su futuro más inmediato. La misma respuesta que desde hace meses: en la cabeza o en la cola, donde quieran sus compañeros y sea útil. Ese debate de la candidatura a la secretaría general ahora “no toca”. Lo primero: debatir un proyecto político del PSOE y reforzarlo con nuevos cimientos para que el partido sea mayoritario.
Una de las claves para entender por qué el PSOE gana en Andalucía es, en buena medida, es el espíritu ganador con el que salen a la calle en cada elección. Díaz ha querido hoy hacer gala de ello. Lejos de entrar al trapo de qué es lo que va pasar con el liderazgo del partido, en el que ella parte como favorita, lo primero que le preocupa es que los socialistas sean capaces de tener un proyecto político “reconocible”, que salga de esa conferencia política y de ese congreso un partido dispuesto recuperar el espacio perdido tras una larga “mala racha” que les ha dejado en dos años en caída libre: de 110 escaños a 90, y de 90 a 85.
"El PP nos ha ganado dos veces consecutivas y eso hay que analizarlo en esa conferencia para salir con un equipo ganador", ha asegurado, desmarcándose de cualquier cronograma y poniendo el acento en que la recuperación del PSOE va a ser antes de lo previsto. "Hay que quitar dramatismo a la situación y cuando llegue competición (por la secretaría general), quienes opten, darán lo mejor de sí mismos, sea Pedro (Sánchez) o quienes quieran", ha dicho, insistiendo en que ahora mismo no hay ningún proceso abierto.
A pesar de dos entrevistas casi consecutivas, en lo que se interpreta como un tour mediático para restablecer su imagen dañada por la crisis interna del partido y en la que muchos la han colocado en el epicentro del terremoto, Díaz ha negado que se haya "quemado". Aunque haya quien lo vea así, ha advertido que lo que recibe en la calle es "cariño y ánimo", lo que le hace "tener ilusión" para que el PSOE vuelva a ganar las elecciones.