Dos semanas después de jurar de nuevo ante el rey como presidente del Gobierno, Mariano Rajoy ha vuelto este lunes al mundo. "Vivimos tiempos complejos", ha dicho tras su primera actividad de política exterior sin el cartel de "en funciones": un almuerzo con Antonio Costa, el primer ministro de Portugal, en La Moncloa. Tras el encuentro, ambos líderes han comparecido ante la prensa y se han mostrado extremadamente cautelosos a la hora de referirse a Donald Trump.
“No voy a comentar con quién se reúne el señor Trump. Lógicamente, lo hace con quien él considera conveniente”, ha dicho Rajoy cuando se le ha preguntado por la decisión del presidente electo de EEUU de recibir a Nigel Farage, el líder del partido nacionalista británico UKIP. “Yo no voy a comentar nada, yo quiero seguir teniendo buenas relaciones con EEUU entre otras cosas para que los españoles sean más felices”.
“El señor Trumo ha sido elegido presidente porque así lo han determinado los norteamericanos y, a partir de ahí, España quiere tener las mejores relaciones posibles con el pueblo norteamericano y con quien los norteamericanos hayan elegido presidente”, ha insistido Rajoy, que ha quitado también importancia a la supuesta ola de populismo que podría caracterizar a las elecciones en varios países europeos en 2017: “La gente elegirá con sentido común, habrá moderación y sensatez y podremos seguir avanzando en el proyecto europeo (…) Europa es la mejor región del mundo”.
Irónicamente, Costa consiguió en Portugal lo que Pedro Sánchez no pudo hacer en España: un Gobierno liderado por un socialista que quedó segundo en las elecciones del año pasado y que aún así formó Gobierno con la llamada coalición de perdedores de partidos de izquierda. Seis puntos separaron a los socialistas de Costa de los conservadores de Passos Coelho. Para Costa, las diferencias ideológicas con Rajoy no se traducen en el terreno europeo, “como ha ocurrido en los últimos 30 años”. El deseo común es una Europa unida y fuerte con una moneda potente, han concluido ambos, que se han calificado de “amigos” y han subrayado que se conocen desde hace tres lustros, cuando Rajoy era ministro del Interior.
La situación en España ha estado brevemente presente. Rajoy no ha querido desvelar si María Dolores de Cospedal seguirá siendo la secretaria general del PP después del Congreso anunciado esta mañana para el 12 de febrero. En el PSOE, según Rajoy, su interlocutor es Javier Fernández, el líder de la gestora, “que es el órgano que se han dado sus militantes para gobernarse durante este periodo de transición”. Incluso los presupuestos generales del Estado los discutirá con Fernández: “Él es con quien yo hablo”.
La acción exterior de España se normaliza. Esta primavera tendrá lugar la primera cumbre hispano-portuguesa, ha anunciado Costa.