Que la muerte de Rita Barberá no haya sido en balde. Esa es la filosofía imperante este viernes en ambos portavoces populares, el parlamentario (Rafael Hernando) y el gubernamental (Iñigo Méndez de Vigo). Hernando ha hablado más directamente y ha pedido que se dé "una vuelta" al pacto con Ciudadanos y Méndez de Vigo ha sido más cuidadoso y ha abogado por abrir "un período de reflexión" sobre el cómo y el cuándo se debe apartar a un cargo público bajo sospecha de corrupción.
"El padecimiento horroroso de Rita Barberá nos debe hacer refelxionar", ha dicho Méndez de Vigo al referirse, casi monográficamente, a las consecuencias de la muerte por infarto de la senadora y ex alcaldesa del PP este miércoles.
En agosto, Cs exigió siete condiciones a Mariano Rajoy para sentarse a hablar. Una de ellas era apartar inmediatamente a un cargo público que estuviera imputado por corrupción. "Rita conocía ese condición, y sabía que si ella no dejaba el partido España podía quedarse sin Gobierno", señalan fuentes del Ejecutivo en referencia al acuerdo alcanzado con Barberá en septiembre para que se diera de baja en el PP pero continuara como senadora en el Grupo Mixto para mantener su aforamiento. Ahora, tras una trágica muerte que el PP relaciona directamente con la presión mediática, el Gobierno quiere "mantener un equilibrio entre la presentación de una demanda y la presunción de inocencia".
Según Méndez de Vigo, algunos defienden que se espera a la apertura del juicio oral: "Que se sustanciara algo. Ha habido muchos casos en los que ha habido archivo. Cs exigió el que cualquiera que fuera acusado tuviera que dejar su escaño. El padecimiento horroroso de Rita Barberá nos hace reflexionar sobre ello. Este es un debate que está en la sociedad- este hecho triste nos debe de hacer reflexionar- y es una decisión en la que debe participar todo el mundo".
"Los pactos están para cumplirse", ha continuado el portavoz del Ejecutivo. "Pero lo que digo es que debe abrirse un periodo de reflexión, sería bueno que entre todos los partidos políticos tomáramos una posición común".
Para Méndez de Vigo, Barberá era "una persona queridísima, apreciadísima dentro del partido. Ella sabía que el partido la apreciaba lo que había hecho esos 24 años por Valencia".