Duelo ante  las puertas del Ayuntamiento de Valencia por la exalcaldesa Rita Barberá.

Duelo ante las puertas del Ayuntamiento de Valencia por la exalcaldesa Rita Barberá. EFE

Política TRAS LA MUERTE DE RITA

Ciudadanos se resiste a modificar su pacto anticorrupción a pesar de la presión del PP

Pero sí quiere buscar mecanismos para restituir la honorabilidad cuando las causas sean archivadas 

26 noviembre, 2016 03:00

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El pasado agosto, a Mariano Rajoy tardó una semana entera en aceptar las condiciones 6+1 (fijar fecha y hora del debate de investidura) que le puso sobre la mesa Albert Rivera. No fue una decisión fácil, y en ese momento llegó a barajar la posibilidad de dejarlo. Este viernes, tres meses y medio más tarde, consciente de que debe su investidura a ese pacto, el presidente no va a ponerlo en peligro a pesar de la conmoción que ha provocado en el PP la trágica muerte este miércoles de Rita Barberá.

La ex alcaldesa de Valencia fue expulsada del PP el pasado 14 de septiembre, al día siguiente de que el Tribunal Supremo decidiera investigarla. La salud de la histórica figura del PP empezó a deteriorarse visiblemente y el miércoles por la mañana sufrió un infarto a los 68 años. Su salida inmediata del partido se produjo como consecuencia de la primera de las seis condiciones de Cs- apartar a un cargo público cuando es imputado, aunque Barberá lo fue el 20 de octubre.

Este viernes, portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, en una entrevista en TVE, cuestionó esta condición. En el transcurso del día, y tras la clara resistencia de Ciudadanos, la presión del PP fue decayendo. A mediodía, el portavoz del Gobierno, Iñigo Méndez de Vigo, fue el encargado de empezar a suavizar la petición de Hernando. “El padecimiento horroroso de Rita Barberá nos debe hacer reflexionar”, señaló Méndez de Vigo tras el Consejo de Ministros presidido por Rajoy. Pero fue tajante: “Los pactos están para cumplirse”.

FERNANDO ARIAS-SALGADO

Tras un día de debate abierto, fuentes gubernamentales ponían el siguiente ejemplo: la querella interpuesta en 1980 por el entonces secretario general del PSOE, Felipe González, contra el director general de TVE, Fernando Arias-Salgado, al que acusó de apropiación indebida de fondos de la televisión pública. La causa, en la que también participaron Alfonso Guerra y la histórica dirigente del PCE, Pilar Brabo, fue sobreseída ocho años más tarde. ¿Qué ocurre en esos casos?

Ese el punto en el que están de acuerdo Ciudadanos y PP: hay que buscar mecanismos para restituir la honorabilidad de los políticos apartados de los cargos y que luego son declarados inocentes, según fuentes de la formación naranja. Lo que no está dispuesto a hacer Cs es tocar una coma de un pacto de limpieza democrática que constituye una de sus principales señas de identidad.

La inesperada muerte de Barberá ha provocado un shock en el PP que algunos califican de “mala conciencia”: el pasado septiembre, Hernando utilizó su caso para demostrar que el PP expulsa a los sospechosos de corrupción “en un día” (entre el 13 y el 14 de septiembre) mientras que el PSOE tardó dos años en hacer lo mismo con Manuel Chavez y José Antonio Griñán. Ahora, sin embargo, para Rajoy lo relevante es sacar adelante los presupuestos y dejar que la conmoción causada por Barberá se vaya diluyendo con el paso del tiempo.