Podemos y sus socios autonómicos han vivido en el último año un cambio brusco: de la teoría en las calles a la práctica en las instituciones. Uno de los personajes que mejor expone este viaje desde sujetar la pancarta hasta hablar en la tribuna es Xavi Domènech, cabeza de lista y portavoz de En Comú Podem, la alianza de partidos que ganó las elecciones en Cataluña el 20-D y el 26-J. Este profesor de Historia ha pasado de las aulas a ser el político mejor valorado por los españoles, según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
En junio de 2015 impartía sus últimas clases sobre movimientos obreros en la Universidad Autónoma de Barcelona. Dieciséis meses después, en octubre de 2016, los ciudadanos le pusieron la mejor nota de la clase política. Le suspendieron, con un 4,51 sobre 10, pero los otros líderes de la cosa pública quedaron por detrás. "Nos sorprendió muchísimo porque solo otro catalán, Duran i Lleida, que no se parece nada a Xavi, había ocupado alguna vez un puesto similar", afirman desde En Comú Podem.
Nacido en Sabadell en 1974, Domènech siempre ha combinado sus dos almas: la de profesor y la de activista. En los años noventa, mientras se preparaba para dar clases, se enroló en varios movimientos y entidades sociales y culturales, para defender "el pacifismo, el derecho al trabajo, la solidaridad internacional o la educación pública", recuerdan sus correligionarios. Entre otras cosas, fundó la Plataforma en Defensa de la Universidad Pública (PUDUP).
Retiró la imagen de Juan Carlos I
Con este currículum previo, no es de extrañar que se implicase al 100% en el 15-M. Su abandono de la Universidad y su primer salto a la política llegó, como se ha dicho, en junio de 2015. Tras la victoria en las elecciones locales de Barcelona En Comú, en mayo de ese año, Domènech, que formaba parte de la Ejecutiva de la formación, fue elegido como Comisionado de Estudios Estratégicos y Programas de Memoria. Desde dicho puesto, protagonizó, junto al primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, la retirada del busto de Juan Carlos I del salón de plenos del Ayuntamiento de Barcelona.
Él justificó aquella polémica decisión por la necesidad de dar voz a otro tipo de representaciones políticas que, según dijo, habían quedado eclipsadas por la "sobredimensión iconográfica de la monarquía", que calificaba de "anacronismo". Ahí demostraba un perfil republicano que, paradojas de la existencia, tiempo después ha tenido la ocasión de comentar con Felipe VI en las diferentes rondas de consultas mantenidas por el rey durante los últimos meses. "Siempre han tenido conversaciones muy interesantes, aunque está claro que discrepan, claro", sostienen en su formación. Sobre todo, han hablado de Historia contemporánea, dado que él es experto en la etapa del franquismo y la transición.
También en el propio Ayuntamiento de Barcelona Domènech vivió uno de los momentos más importantes en su vida: su amigo Pisarello ofició su matrimonio civil con su pareja. Después, todos marcharon a otro lugar y celebraron "una boda libertaria", con "lecturas de poemas republicanos", narra a EL ESPAÑOL el propio teniente de alcalde de Barcelona.
Su elección como candidato
Pese al triunfo en las municipales de Barcelona de mayo de 2015, los partidos catalanes a la izquierda del PSC no se pusieron de acuerdo para repetir la fórmula de En Comú en las elecciones autonómicas. La coalición Catalunya Sí Que es Pot, liderada por Podemos e Iniciativa, sin el apoyo de Ada Colau y con el veterano municipalista Lluís Rabell como cabeza de lista, fracasó pese a las altas expectativas. A raíz de aquellos resultados, unos y otros decidieron que en las generales de diciembre de 2015 había que mover ficha.
"En Barcelona en Comú analizamos los resultados del 27-S y vimos que Ciudadanos ganó en sitios donde había ganado En Comú en las municipales y donde antes siempre había ganado el PSC", explican desde la formación que gobierna Barcelona. "Algunas personas de En Comú, otras de Iniciativa y otras de Podemos decidimos ir juntas a las elecciones estatales", agregan. Ahí se creó En Comú Podem. "Xavi era uno de los nombres que tenían en mente quienes impulsaban la coalición, como Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Colau y David Cid -actual coordinador de Iniciativa per Catalunya-", rememoran.
El consenso fue rápido y sencillo: Domènech podía representar mejor que otros candidatos qué significaba la coalición. Sin embargo, hubo que convencer al elegido, porque empotrarse en la primera fila de una lista electoral supondría, por fuerza, renunciar a pasar tiempo con su familia, una de las principales aficiones de este hombre que también disfruta sobremanera leyendo en su casa con la tranquilidad ahora extraviada. Finalmente, aceptó el envite.
Para Pisarello, su compañero de militancia es "una de las pocas personas que está en condiciones de pensar una propuesta para Cataluña" porque "conoce muy bien la historia del catalanismo popular" y porque "tiene muy presente el vínculo de ese catalanismo con el resto de pueblos del Estado", lo que le convierte en "una figura puente en este momento de bloqueo para Cataluña". Asimismo, destaca de él "su complejidad" y, sobre todo, "su empatía" porque viene de una tradición historiográfica que "tiene en cuenta no solo a las élites sino también a la gente sencilla".
Su relación con Iglesias y Errejón
En todo caso, su elección como cabeza de cartel seguramente no hubiera sido posible sin tener en cuenta la relación previa que Domènech mantenía con Iglesias y Errejón. "A Pablo lo conocía desde antes, de los movimientos antiglobalización, se habían leído mutuamente y se conocían desde el punto de vista intelectual", aducen fuentes consultadas por EL ESPAÑOL.
Prueba de ello es que en marzo de 2015, Iglesias le invitaba a su programa La Tuerka para que presentase su último libro, Hegemonías. Crisis, movimientos de resistencia y procesos políticos (2010-2013). El secretario general de Podemos presentaba a su entrevistado como "uno de esos historiadores realmente útiles para los que hacemos política", citaba entre "sus influencias" a Heródoto, Tocqueville, Gramsci o Walter Benjamin y recordaba que había escrito que "el catalanismo es un espacio ineludible para cualquier actor que busque la transformación en Cataluña". Después del programa, entablaron una amistad que todavía perdura.
Con Errejón la relación también fue primero intelectual y luego personal. "Nos empezamos a conocer porque empezamos a leernos y a tomarnos como referencia de reflexión y análisis; y después de intercambiarnos textos, con una admiración mutua, nos conocimos; quedamos, empezamos a hacernos amigos y luego compañeros de proyecto", explica el secretario político de Podemos en declaraciones a EL ESPAÑOL.
"Él desde la historia y yo desde la ciencia política llegamos a intereses similares, en concreto al trabajo sobre la importancia de los fenómenos nacionales y al interés sobre la hegemonía", expone Errejón. "Siempre los dos hemos disfrutado de enriquecernos mutuamente". Una vez que Xavi daba el salto a la política "creo que se ha convertido en un referente por la capacidad de expresar ideas, por su firmeza, por su capacidad pedagógica y por la facilidad de escarbar de las cuestiones anecdóticas para llegar al núcleo de las cuestiones, para mirar más allá de la actualidad política".
Las victorias electorales y el famoso beso
Iglesias y Errejón también han ayudado a Domènech desde su llegada al Congreso de los Diputados, donde es uno de los coportavoces del grupo parlamentario de Unidos Podemos. Puesto al que ha llegado gracias a las victorias electorales cosechadas por En Comú Podem tanto el 20-D como el 26-J. Su aterrizaje en el Parlamento, como el de sus compañeros, no ha sido ni será sencillo.
"Al principio no estábamos nada acostumbrados al ecosistema del Congreso, para nosotros era era chocante todo", comentan desde su equipo de comunicación. La adaptación fue también extraña por el inédito período de interinidad derivado de la ausencia de Gobierno. En este tiempo sin precedentes, Domènech pasó a ser conocido para todos los españoles cuando se besó con Iglesias durante la investidura fallida de Pedro Sánchez. No fue un beso preparado, sino que surgió en el fragor del debate. Él mismo siempre bromea al respecto con sus compañeros: "Hay gente que ha pasado a la historia por muchas cosas, yo por un beso".
Su siguiente reto: el nuevo partido
En opinión de Juan Carlos Monedero, el político mejor valorado según el barómetro del CIS "es de las personas que mejor han entendido a Cataluña y a España". "Como historiador sabe que solo hay futuro en una España plurinacional", declara a EL ESPAÑOL el cofundador de Podemos. Y agrega que "como político sabe que hay que construir sobre las preguntas que hizo en su día el PSUC" y "como persona que viene de los movimientos sociales sabe que hay preguntas nuevas que se tienen que responder de abajo a arriba, lejos de la dinámica clásica de los partidos tradicionales".
Precisamente ahora el principal reto para Domènech es, amén de su trabajo en el Congreso, la construcción de "un nuevo sujeto político en Cataluña". Colau y algunos de sus compañeros de viaje (Iniciativa, Equo yPodemos) están creando un partido nuevo que verá la luz en marzo. El cabeza de cartel de En Comú Podem es uno de los principales implicados en la tarea. Tanto que ya le llaman "el arquitecto" de la formación en ciernes. Defenderán que "Cataluña es una nación" y está por definir cuál será su relación con el partido de los círculos. También habrá que ver el futuro papel que jugará este profesor y activista que, como se ha dicho, en quince meses ha viajado de las clases de Historia al primer puesto del CIS.