Pocas victorias de Pablo Iglesias han sido tan amargas. El secretario general de Podemos es el vencedor de la consulta a las bases sobre las normas de votación que regirán Vistalegre II, la segunda Asamblea Ciudadana de Podemos que se celebrará entre los días 10 y 12 de febrero en Madrid. Pero su número dos, el secretario político, Íñigo Errejón, ha sido el más reforzado de este referéndum. Este jueves, tras conocer los resultados, con una raquítica diferencia de dos mil votos, ambos líderes abogaban por llegar a un acuerdo antes del cónclave. Dicho pacto no parece muy factible y, si no se produce, Errejón dará la batalla contra Iglesias presentando una lista al Consejo Ciudadano Estatal, máximo órgano entre congresos.
La paradoja del asunto es que varias semanas atrás Iglesias convocó esta consulta, por sorpresa y sin consenso, con la intención de obtener una holgada victoria que le permitiese preparar el congreso del partido a su medida y que, ya de paso, dejase bien claro que nadie puede discutirle el liderazgo. A Errejón y sus afines no les gustó nada tener que presentarse a esta competición sobre las reglas de votación. Sin embargo, la decisión de los inscritos parece haber agradado más a los perdedores, los errejonistas, que a los vencedores, los pablistas.
Iglesias gana, pero sin los resultados esperados
Tan cierto es que Iglesias se ha salido con la suya sobre la organización del congreso como que los números no han sido los esperados por unos y otros en el seno de la formación. De ahí que los sorprendentes resultados, con un 41,57% de apoyos al proyecto de Iglesias y un 39,12% al de Errejón, hayan descolocado a los afines al secretario general tanto como han alegrado a los próximos al secretario político. "Nosotros nunca quisimos esta consulta y ahora mira, estamos contentos", remarcan los errejonistas. "No estábamos cómodos con esta confrontación, hecha con poco tiempo y sin avisar, pero ha surgido un efecto búmeran", agregan.
Los afines a Errejón sostienen que lo acontecido en esta votación tiene que hacer reflexionar a sus oponentes en este primer asalto. Y, por ello, está más cerca que se llegue a un acuerdo. Los más cercanos a Iglesias recuerdan, en todo caso, que son ellos los ganadores del referéndum, pero tampoco se dejan llevar por la euforia y admiten que las bases han votado en clave de que las principales corrientes alcancen un pacto.
Ambos piden pactos...
Estos mismos argumentos fueron verbalizados por los líderes de ambas corrientes en sus valoraciones sobre los resultados. Cada uno a su manera, con mensajes en clave interna para los suyos, coincidieron en que es hora de intentar un acuerdo antes de Vistalegre II. Primero hablaba Iglesias, que pronto defendía "la voluntad de buscar entendimiento" entre las diferentes corrientes del partido morado. "Me gustaría una dirección política con todos los sectores integrados", agregaba.
A su juicio, "la inmensa mayoría nos está diciendo 'poneos de acuerdo" y, por ello, decía que su objetivo es "intentar que haya acuerdo", con una "integración que respete la diversidad". Aunque admitía que "si hubiera compañeros que quisieran disputar el liderazgo, el debate sería diferente", Iglesias destaca las diferentes aportaciones de los anticapitalistas que lidera Miguel Urbán y del "sector errejonista".
...dicen que negociarán...
En su comparecencia, Íñigo Errejón daba la "enhorabuena" a Iglesias y rápidamente agradecía su colaboración a todos los errejonistas que le han acompañado en esta batalla. Su mensaje central, en cambio, era destacar que han obtenido "un magnífico resultado", que basa en "la fuerza demostrada, la potencia de las ideas que hemos puesto y nuestra coherencia para defender las ideas políticas y de modelo de organización que nos parecen mejores". Un sonriente Errejón decía que "estamos profundamente orgullosos y satisfechos por el resultado obtenido".
Un resultado que, a su juicio, constituye "un mandato claro": "Podemos tiene que madurar como partido, salir de la lógica de los plebiscitos, del todo o nada, y dice que somos una organziación plural". Organización que debe alumbrar su futuro, según él, entre "dos proyectos muy equilibrados que tienen que entenderse" que deberían "construir y multiplicar juntos para ganar nuestro país". "Creo que la gente nos está pidiendo entendimiento y acuerdo, no nos pide uniformidad", agregaba en otro dardo a Iglesias, que hace unos días pedía el fin de las corrientes del partido.
Una y otra vez, Errejón pedía el acuerdo porque "hay dos proyectos muy equilibrados que son complementarios". Y remarcaba, como siempre, que "Pablo Iglesias sigue siendo mi candidato a secretario general" porque su posición "no está en discusión". "Hay que llegar a un acuerdo", decía. Pero a renglón seguido volvía al meollo de la cuestión para dejar claro que, si no hay tal pacto previo, dará la batalla de los proyectos y las caras en Vistalegre II.
"Mi compromiso es seguir aportando las mejores ideas, ponerlas encima de la mesa. Asumo el reto de llevar las ideas en las que creo hasta el final". Eso sí, "si sale un reglamento que no lo permite, si no es posible un acuerdo, tenemos que mantener por coherencia el modelo organizativo y una lista al consejo ciudadano", respondía a los periodistas. En otras palabras, Errejón descarta presentar una candidatura para competir por la secretaría general, pero, si no hay acuerdo previo, en Vistalegre II competirá por tomar el control de la formación.
...pero el problema es el sistema de votación
El problema es que dicho acuerdo entre pablistas y errejonistas no resulta nada sencillo precisamente por la fórmula de votación que han escogido las bases. Dicho sistema de elección, llamado "Desborda" y creado por Pablo Echenique, establece que los documentos organizativos del partido y las personas que lo dirigirán deben elegirse al mismo tiempo, en una sola votación. Por contra, Errejón y los suyos presentaron a la consulta la fórmula opuesta: votar por separado dichas cuestiones para "no mezclar proyectos y caras".
Como se ha dicho, la fórmula ganadora de la consulta establece que se vote todo al mismo tiempo. ¿Cabe la posibilidad de que finalmente ese sistema de votación no sea utilizado? En las respuestas a esta pregunta, vuelven a verse las diferencias entre unos y otros. Primero, Iglesias dejaba claro que no tiene ninguna intención de cambiar el sistema que han elegido las bases, a pesar de que hay una mayoría de militantes (si se suman los votos a los errejonistas y a los anticapitalistas) que no respaldan la que ha ganado el referéndum.
Después, Errejón destacaba que los ganadores "tienen toda la legitimidad" para que se vote con dicha fórmula en la Asamblea Ciudadana, pero a renglón seguido decía que "sería bueno escuchar una sensibilidad ampliamente mayoritaria que pide el final de la lógica del plebiscito, del todo o nada", porque "un 57% de los que han votado piden más proporcionalidad". Así las cosas, este acuerdo parece lejano, por no decir imposible. Y el pacto sobre cuestiones políticas tampoco resulta sencillo, porque es más factible que Iglesias llegue a un acuerdo con los anticapitalistas. Por todo ello, parece que en Vistalegre II los dos líderes carismáticos de Podemos volverán a enfrentarse.