Expertos españoles en la lucha contra el terrorismo ven un error ofrecer recompensas económicas a cambio de información sobre sospechosos terroristas como hicieron las autoridades alemanas para dar con el autor del atentado de Berlín del pasado 19 de diciembre. Responsables de las fuerzas de seguridad y la judicatura consultados por EL ESPAÑOL desaconsejan este recurso ya que, a su juicio, entorpece las investigaciones al generar una sobreabundancia de informaciones falsas y ser un efecto llamada para “cazarrecompensas”.
En España no se hace. El Ministerio del Interior puso en marcha el año pasado una iniciativa llamada 'Stop Radicalismos' en torno a la cual se habilitan mecanismos para que los ciudadanos puedan informar a las autoridades de actividades que consideren sospechosas. Fuentes de Interior informan a este periódico que, a fecha del 4 de enero, se han recibido un total de 2.802 comunicaciones. De ellas, un 36,63% fueron calificadas de interés policial, según el Ministerio.
“Es un error enorme pagar recompensas, te van a llover informaciones que vas a tener que comprobar empleando para ello muchos recursos humanos y tiempo. Esto no es el lejano oeste. Alemania pudo acabar generando fugas de seguridad y poner en peligro a todos”, se quejan desde la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que ponen en valor los sistemas que ya existen de cooperación internacional entre los distintos servicios policiales de Información.
El papel de los confidentes
Las autoridades germanas ofrecieron 100.000 euros a quien pudiera aportar algún dato fiable que contribuyese a encontrar al joven tunecino de 24 años Anis Amri, autor del atentado en un mercado navideño de la capital alemana que acabó con la vida de 12 personas. “La colaboración ciudadana es espontánea, colabora cuando es necesario sin que le haga falta dinero. Además, los investigadores trabajan con sus confidentes y cuesta ganarse su confianza”, dice la misma fuente del Ministerio Público.
“Hacer este tipo de ofertas públicas es un error porque te arriesgas a que haya gente que, movida a veces por la buena voluntad pero espoleada por el aliciente económico, acabe viendo lo que no ha visto”, insiste al tiempo que tacha la medida como una barbaridad. “Hay mucha gente inocente que ha sido detenida por este tipo de historias. Una cosa es pagar confidentes y otra cosa es esto”, zanja.
El joven tunecino, el hombre más buscado de Europa, fue abatido a disparos en Milán cuatro días después del atentado. En su huida pasó por tres países distintos. Sólo fue interceptado casualmente, después de responder disparando cuando la policía italiana le reclamó su documentación. Un destacado juez con dilatada experiencia en investigaciones sobre terrorismo coincide en que, cuando hay dinero de por medio, “la gente cree ver cosas que no son”, aunque no oculta que siempre se ha pagado por la información. Eso sí, distingue entre pagar a confidentes y pagar recompensas como la que propuso Alemania.
"Separar el grano de la paja"
Este magistrado muestra sus reparos ante esta medida, pero insiste en que la información cuesta dinero: “Si tomas en consideración un testimonio puede que tengas que aplicarle a esa persona la condición de testigo protegido y eso implica destinar fondos para sufragarlo”. “Lo que es necesario es gente con conocimiento suficiente para separar el grano de la paja y los testimonios fiables”, añade al tiempo que recuerda que un testimonio es tan sólo “una prueba indiciaria, a ese testimonio no le puedes dar un valor pleno hasta que no se coteje”.
Desde el Ministerio del Interior presumen de que desde el 11M en 2004 España no ha sufrido ningún atentado de corte yihadista. Al mismo tiempo, desde ese mismo año se han realizado 672 detenciones de personas relacionadas con delitos de terrorismo islamista. Las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado gozan de prestigio internacional en esta materia y uno de sus responsables desaconseja también la oferta de recompensas a cambio de datos sobre sospechosos.
“Lo que se consigue con eso es atraer cazarrecompensas que piensan ‘a ver si doy una información suficiente y me pagan' y a ti te trae problemas porque tienes que cotejar pistas que en su mayoría son falsas”, relata. Desde las fuerzas de seguridad recuerdan que en España ha habido casos de colaboración ciudadana muy valiosos en los que no había una oferta económica de por medio. Cita, por ejemplo uno de los más paradigmáticos como fue el del ciudadano que permitió desarticular el ‘comando Madrid’ de ETA después de seguir con su coche a los terroristas que acaban de perpetrar un atentado.