Pablo Iglesias ya piensa en 2019. El líder de Podemos quiere concentrarse en ganar las elecciones municipales y autonómicas de ese año como trampolín para superar al PP en 2020. Hasta ese momento, su partido debe trabajar "como si las próximas elecciones generales fueran mañana, manteniendo la tensión" y fomentando el activismo.

Esas son algunas de las frases del documento (aquí en pdf) presentado este viernes de cara a la Asamblea Ciudadana de febrero, donde salvo acuerdo previo confrontará con los presentados por Íñigo Errejón y los Anticapitalistas

El documento de Iglesias, con un relato minucioso de la política de los últimos meses, confronta menos con su número dos que el de Errejón, más nítido en la crítica al proyecto del líder. En él, pide "activistas" y no "políticos" que acaben acomodados, defendiendo "baronías" o "cargos", algo que han puesto e marcha otros partidos con escaso éxito, según él. 

Según Iglesias, es necesario comenzar a pensar más en la "transición" hacia el 2019 o 2020 que centrarse en logros concretos ahora. Entre otras cosas, porque el PP está más fuerte de lo que parece gracias al apoyo del PSOE. "No es cierto que el del PP sea un Gobierno en una situación de debilidad, a pesar de no contar con una mayoría parlamentaria". "El acuerdo entre el PP y el PSOE respecto al techo de gasto prefigura también fórmulas de acuerdo entre estos dos partidos para que el Gobierno saque adelante los presupuestos".

LO INSTITUCIONAL

El espacio para el acuerdo institucional no es viable para Podemos, que sí puede influir por la vía de la confrontación, lo simbólico y las ideas, aunque luego acaben siendo desarrolladas por el PSOE, como se reconoce en el texto en cuanto al salario mínimo o la pobreza energética. "Si nos subordinamos a la lógica institucional, nos disolveremos; y si, por el contrario, nos limitamos a lo conocido y ya transitado, nos autoexcluiremos", dice.

El líder de Podemos quiere que los protagonistas sean los que más han sufrido. "Debemos articular y defender los intereses de la mayoría social que ha sufrido la política de saqueo (que protegía los intereses de los privilegiados), y debemos ser capaces de entender que eso solo es posible desde el protagonismo de los sectores populares que avanzan en la construcción de un pueblo sin miedo y con capacidad para torcerle el brazo a las élites".

El PSOE no quería pactar

A diferencia de Errejón, Iglesias cree que gobernar con el PSOE nunca fue posible tras el 20-D. "No hubo empate entre las fuerzas del cambio y las fuerzas de la restauración básicamente porque ningún sector relevante del PSOE contempló jamás la posibilidad de formar con nosotros un gobierno", dice. 

Del mismo modo, Iglesias defiende haber concurrido con IU a las nuevas generales, aunque ese espacio perdiese un millón de votos. "De haber concurrido a las elecciones del 26J en los mismos términos que en 2015, los resultados habrían sido peores. La petición de «unidad, unidad» fue una de las más repetidas durante esos meses y, por tanto, hubiera sido muy difícil explicar por qué compartiendo tanto del programa no compartíamos las elecciones y caminábamos juntos", dice. 

Noticias relacionadas