El periódico El Correo Gallego ha comunicado en su edición del jueves que ha rescindido el contrato con su colaborador Manuel Molares después de que su columna 'Víctimas de su sexismo' haya provocado una indignación unánime en redes. En el texto, el excorresponsal de EFE que se define como "analista políticamente incorrecto de la sociedad española" culpaba a las mujeres "estúpidas" víctimas de violencia machista de seguir junto a sus maltratadores por tener "dependencia sexual" de los "hombres violentos" que son "los mejores amantes", un hecho "suicida" acallado en su opinión por el "feminismo radical".
"El Correo lamenta el comprensible revuelo por la publicación del artículo víctimas de su sexismo, de Manuel Molares, cuya colaboración ha sido rescindida por la dirección del periódico con efectos inmediatos" - publicaba el mensaje de la redacción aparecido en la edición. "Pedimos disculpas a nuestros lectores por el fallo en el control de textos. Reiteramos nuestro total compromiso con la libertad de expresión - los únicos límites son los marcados por la Constitución Española y la Declaración Universal de los Derechos Humanos - y con la defensa sin reservas de todos los colectivos víctimas de violencia de cualquier tipo de violencia. Muchas gracias".
El mensaje acompaña a la columna en respuesta de la economísta María Bastida cargando contra el texto, que califica de "obsceno", de su antiguo compañero. "¿Sabe usted lo que ha escrito? Que él era un macho alfa. Ella una fornicadora. Y por tanto, la justicia divina actuó. (...) No hay asesinos responsables, sino mujeres autorresponsables de su propia tortura. No, señor Molares. No hay mujeres poco, mucho o medio responsables. Pero sí, lamentablemente, hay completos irresponsables como usted".
En efecto, el razonamiento Molares implicaba que "no se puede culpar únicamente al asesino" en el caso de la primera mujer muerta por violencia machista en 2017. Matilde de Castro Hernández, profesora de universidad de 40 años, ya había denunciado a su agresor, 20 años más joven, pero convivía con él en el momento del crimen. La Guardia Civil había considerado la denuncia de "bajo riesgo". El autor de la columna colige que ella había vuelto con el maltratador por ser "dependiente" del "placer físico" que provocan en las "mujeres estúpidas" los "machos violentos".
"Él era una deidad sexual, dominante e iracundo, como Zeus (...) un dios cruel y terrible, padre de dioses y hombres, que mata ocasionalmente con sus embestidas a las mujeres estúpidas" - desarrollaba con florituras culteranas. En otra metáfora comparaba a las víctimas con "una yihadista suicida, un soldado voluntario en primera línea de fuego" que busca "el éxtasis que demasiadas veces les trae la muerte".
El texto que deliberadamente responsabilizaba a las mujeres víctimas de violencia de género de buscárselo por su atracción sexual hacia los "malotes" había provocado la condena de representantes políticos, sociales y de profesionales de la comunicación.
"Y por cierto, señor Molares: esto no es feminismo radical. Radicalmente indecente es su escrito, y el mero hecho de que pueda realmente pensar lo que de él se desprende. Le vendría bien una autolectura pausada. Quizá pueda encontrar entre sus palabras el rostro perplejo de las más de cincuenta asesinadas que acumulamos en Galicia por argumentos como el suyo. Ni una más. Ni una menos" - concluye la columna de Bastida.
La explicación de Molares do Val
Después de que El Correo Gallego comunicase el despido del columnista, Molares ha publicado en su blog, 'Crónicas Bárbaras', un texto en el que, lejos de retractarse, se reafirma en sus palabras. "Este cronista ha recorrido el mundo narrando hechos terribles, pero nunca encontró una reacción censora tan feroz como la de jauría de las feministas radicales, 'feminazis' y sus corifeos cuando leyeron esa crónica que las asustó al verse en el espejo, igual que a los adalides de la corrección política", escribe.
El periodista explica que esa "jauría" ha conseguido la retirada del texto en uno de los dos diarios que lo publicaron, pero no lo conseguirán con la bitácora que desde años utiliza para mostrar su opinión, "que continuará con este cronista y su notable audiencia, a la que le da las gracias".
Molares asegura que su artículo llamaba a la "reflexión" y a la "prudencia" y considera que "a las radicales y a sus corifeos falsamente progresistas les irrita y asusta que se sepa que esta víctima no padecía minusvalía mental ni estaba estaba socialmente indefensa, sino que carecía de voluntad para dejar de jugar a la ruleta rusa".
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