El contencioso sobre la soberanía de Gibraltar es otro de los asuntos que la CIA aborda con regularidad en sus informes de inteligencia desclasificados y ahora accesibles por internet. En 1983, la agencia norteamericana elaboró un extenso memorándum en el que analizaba el inicio de una ronda de conversaciones entre el Reino Unido y España. La CIA dejó escrito que Gibraltar terminaría siendo español, pero advertía de que el proceso duraría “décadas” (varias generaciones).
En el informe titulado “Gibraltar: lucha por un pedazo de la Roca”, la CIA daba por hecho que el diálogo no conduciría a buen puerto. La agencia proponía como solución transitoria una cosoberanía británico-española. La fórmula es similar a la que España puso encima de la mesa de las Naciones Unidas tras el brexit.
La guerra de las Malvinas
El documento hacía un exhaustivo repaso histórico al contencioso y las innumerables piedras en el camino de la negociación. La CIA advertía de la ola de nacionalismo en el Reino Unido tras la reciente guerra de las Malvinas. Sobre España, reconocía que el nuevo Gobierno de Felipe González estaba decidido a recuperar el Peñón.
La CIA aseguraba que la mayoría de habitantes de Gibraltar prefería mantenerse bajo tutela británica. La agencia recordaba la polémica en torno a los planes del príncipe Carlos y Diana Spencer de visitar Gibraltar durante su luna de miel. El rey Juan Carlos respondió cancelando su asistencia a la boda. Y el Reino Unido, a su vez, aprobó una ley que garantizaba la ciudadanía británica a los gibraltareños. Hasta ese momento, sus derechos como ciudadanos británicos eran limitados.
Una comunidad autónoma más
"Creemos que las intenciones del Reino Unido de mantener la Roca acabarán beneficiando a España a largo plazo", decía. "Al final, Gibraltar podría terminar siendo una comunidad autónoma más de España con amplias competencias en economía, impuestos y policía".