El proceso de elección de compromisarios para el congreso de Ciudadanos ha disparado el malestar interno contra Albert Rivera. Un sector de la militancia, cada vez más numeroso, ha denunciado que la dirección está trazando una línea entre los delegados que apoyan a Rivera y el resto, cuando se supone que el partido está unido y que la Asamblea es para debatir un proyecto colectivo y no un liderazgo. Además, acusan al aparato de querer orientar el sentido del voto, que se está realizando de forma telemática estos días, con llamadas y mensajes a los afiliados. Algunos cargos electos aseguran que se les está amenazando con no repetir en las listas. Y la plataforma crítica TranC'sparencia dice que la elección de Rivera y su Ejecutiva puede ser nula de pleno derecho.
Rivera se enfrenta a un incendio creciente en sus bases por la organización del congreso. No son sólo las críticas de Carolina Punset, que acusó a la actual dirección de convertir el partido en una “mala marca blanca del PP”. La marejada es más profunda. El giro liberal del ideario, la renuncia a la socialdemocracia, los nuevos Estatutos, el pacto con el PP y el control del mensaje político que ejerce el núcleo más próximo a Rivera evidencian que la Asamblea de los próximos 4 y 5 de febrero es un tenso congreso de refundación y no un mero trámite.
Enfado de la militancia
Decenas de afiliados se han puesto en contacto con EL ESPAÑOL para culpar a la secretaría de Organización, que dirige Fran Hervías, de querer montar un “congreso a la carta” para Rivera. “Se supone que somos nueva política y la democracia interna brilla por su ausencia”, dice un concejal que prefirió hablar bajo condición de anonimato por temor a represalias. La decisión de agrupar e identificar con la etiqueta #EspañaCiudadana a los compromisarios afines a la Ejecutiva ha soliviantado a parte de la militancia, que no entiende la elección de delegados como una batalla de familias al estilo Podemos.
“No tiene mucho sentido, porque el mensaje que se traslada es que hay compromisarios de Rivera y compromisarios contra Rivera. Nosotros no estamos contra nadie”, explican fuentes de la militancia. “Lo que queremos es que se debata”.
Una de las corrientes críticas más activas en este proceso ha sido TranC'sparencia. La plataforma asegura que la elección de Rivera y su nueva Ejecutiva puede ser nula de pleno derecho por un supuesto incumplimiento de los Estatutos. El Consejo General de Ciudadanos -un órgano similar al Comité Federal del PSOE- aprobó en diciembre una modificación estatutaria exprés para facilitar las primarias a la presidencia del partido. En el acta del Consejo se refleja que esta reforma se aprobó con 30 votos a favor. TranC'sparencia sostiene que es una irregularidad, porque esta modificación necesita una mayoría absoluta del Consejo General, que teóricamente son siempre 33 votos independientemente de los presentes.
Diego Gutiérrez, portavoz de TranC'sparencia, explicó el viernes que este incumplimiento deja a la futura Ejecutiva en un estado de interinidad y no descartó acudir a los tribunales. La dirección de Ciudadanos respondió que al Consejo de diciembre asistieron 59 miembros, por lo que la mayoría absoluta quedaba en 30.
Punset, contra la dirección
Los problemas para Rivera no terminan en el frente legal. Carolina Punset ha puesto voz al sentir de una parte de la militancia y de los cargos públicos naranjas que no comulgan con la línea política del partido. La eurodiputada cree que Ciudadanos corre el riesgo de autodestruirse si no recupera frescura en su discurso. Punset acusa al equipo más cercano a Rivera de gobernar el partido con mano de hierro, sin permitir el mínimo atisbo de discrepancia y con un mensaje que considera “plastificado y sin fuerza”.
Punset sigue sin aclarar si piensa seriamente en disputar el liderazgo del partido a Rivera a largo plazo. La eurodiputada, que dimitió de la Ejecutiva en octubre, lamentó que Ciudadanos lleve un año enfrascado en la estrategia de atraer el voto del nacionalismo moderado. Punset también denunció el alto coste que está pagando Ciudadanos por el "entreguismo al PP" en el Congreso.
En Barcelona, Rivera evitó entrar en un cruce de declaraciones con Punset y, como viene haciendo en las últimas semanas, invitó a los críticos a presentar una candidatura alternativa: "Yo no me dedico a hacer de comentarista. Que presenten un proyecto si consideran que es mejor".
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