El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha pedido este martes a la Unión Europea que desautorice al Gobierno de Mariano Rajoy y respalde el referéndum de independencia que pretende celebrar en Cataluña en septiembre. La situación en Cataluña es un "problema europeo" y Bruselas "no puede mirar hacia otro lado" sino que "tiene que formar parte de la solución", ha defendido Puigdemont en un acto en la Eurocámara organizado por tres eurodiputados del PDeCAT (la antigua Convergència) y de ERC.
En la conferencia han intervenido también el vicepresidente Oriol Junqueras y el conseller de Exteriores, Raül Romeva. Tras los discursos no ha habido turno de preguntas ni declaraciones a la prensa.
La conferencia ha llenado una de las salas más grandes del Parlamento Europeo, con capacidad para 350 personas. Mucha gente se ha quedado de pie. Pero la mayoría de los asistentes eran ciudadanos catalanes invitados por los organizadores expresamente para el acto, con su correspondiente acreditación de 'visitantes'. Uno de los grupos, que no paraba de hacerse fotos, venía de Calafell. También la mayoría de los periodistas que han cubierto el acto eran españoles.
Apenas había una veintena de los 751 eurodiputados, entre ellos el parlamentario de Podemos, Xabier Benito; Lidia Senra, de Alternativa Galega; o Ernest Urtasun, de Iniciativa. También estaba el ex parlamentario de Compromís, Jordi Sebastià. Y los organizadores, Ramon Tremosa, Josep Maria Terricabras y Jordi Solé. De otros países miembros han asistido el eurodiputado del SNP escocés Alyn Smith, o la verde danesa Margrete Auken, que ha dicho que venía a "escuchar".
Pese a que la mayoría de su público era catalán, Puigdemont ha mezclado en su discurso catalán, francés e inglés. El presidente de la Generalitat ha denunciado que "hasta ahora el Gobierno español ha rechazado categóricamente cualquier negociación sobre el referéndum". Y ha acusado a Rajoy de utilizar políticamente al Tribunal Constitucional para perseguir a los políticos soberanistas.
"Juzguen ustedes mismos si la actitud del Gobierno español es normal, si es aceptable, si responde a un Estado serio y auténticamente democrático", ha subrayado el presidente de la Generalitat. A su juicio, "lo que está en juego no es la independencia sino la democracia, y no afecta sólo a los que están a favor de un Estado propio, sino a cualquier ciudadano que cree en la libertad".
"Esto es, y quiero dejar este punto muy claro y decirlo aquí, un problema Europeo. Y Europa no puede mirar hacia otro lado. Europa debe ser parte de la solución", ha insistido el presidente de la Generalitat. En su opinión, Bruselas está obligada a respaldar el referéndum porque responde a los "valores democráticos y principios" que inspiran la UE y también tiene que ser "pragmática" y adaptarse a los cambios geopolíticos.
Choca con la posición de la UE
Puigdemont ha defendido que una posible independencia de Cataluña equivaldría a un "proceso de ampliación interna". Es decir, similar a la entrada automática en la UE de la Alemania del este cuando el país se reunificó en 1990. Sin embargo, su interpretación choca con la posición que Bruselas lleva defendiendo los últimos años, tanto para Cataluña como para Escocia.
Una Cataluña independiente quedaría automáticamente fuera de la UE y tendría que pedir el reingreso, que podría ser vetado por cualquier Estado miembro, según la doctrina de Bruselas. Los catalanes perderían además la ciudadanía europea, ya que está vinculada a la ciudadanía de los estados miembros.
"Si Cataluña se convierte en un nuevo Estado, lo hará en el marco de la UE. Los primeros pasos de la república catalana se harán de acuerdo con las reglas europeas. No contemplamos ningún otro escenario", ha sostenido Puigdemont.
"Algunos han decidido que quieren dejar Europa. Es legítimo y necesario aceptarlo, pero no lo apoyamos. Nosotros estamos al otro extremo. Cataluña está muy comprometida con Europa y nuestro objetivo es impulsar este objetivo compartido. Es decir, queremos ejercer plenamente nuestra soberanía y compartirla con nuestros socios europeos", ha insistido.
Las instituciones de la UE han respondido al presidente de la Generalitat con el silencio. El portavoz de la Comisión, Margaritis Schinas, ha dicho este martes que conocía la celebración de la conferencia pero ha evitado cualquier valoración. Eso sí, ha confirmado que Puigdemont no ha pedido reunirse con el presidente Jean-Claude Juncker ni con ningún otro comisario.
También el Parlamento Europeo se ha desvinculado de la conferencia y ha dejado claro que no se trata de un acto institucional sino de una iniciativa organizada por eurodiputados. Puigdemont no se ha reunido con su nuevo presidente, Antonio Tajani.
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