El desenlace del primer capítulo de la crisis política en Murcia se ha saldado con la ruptura del acuerdo de investidura y el anuncio de una posible moción de censura para apartar a Pedro Antonio Sánchez de la Presidencia de la región. Es el primer pacto autonómico de los cuatro que Ciudadanos firmó con el PP que se rompe. Es también un síntoma del delicado momento que atraviesan las relaciones entre Mariano Rajoy y Albert Rivera seis meses después del acuerdo que firmaron. Rivera ya habla abiertamente de negociar con PSOE y Podemos las reformas de lucha contra la corrupción que el PP ha metido en el congelador.
"(Con el PP) no se puede ir ni a la vuelta de la esquina", dijo Rivera en un acto en Zaragoza. "Rajoy protege y atornilla en el escaño a su imputado y no es obligatorio ser un presidente imputado".
Desde que el Tribunal Superior de Justicia de Murcia citó como investigado al presidente de la región, Ciudadanos ha pasado diez días muy difíciles. En este período, el PP, con Rajoy a la cabeza, ha apoyado a Sánchez sin fisuras y ha vendido como prueba inequívoca de su inocencia que al presidente le han archivado una decena de causas con anterioridad. Ciudadanos, por su parte, no sólo ha cargado con el peso de pedir una dimisión que nunca llegó, sino que también ha visto cómo el PP ha enterrado buena parte de los compromisos de regeneración que exigió a Rajoy con la excusa de una reforma de la Constitución inviable.
El PP confía en la desimputación
Este jueves, el presidente regional y el portavoz naranja en Murcia, Miguel Sánchez, se reunieron durante una hora en Cartagena, pero la conversación no sirvió para nada. El PP, que confía en una desimputación del presidente murciano a corto plazo, decidió mantener su confianza en Pedro Antonio Sánchez. Además, rechazó la oferta de Ciudadanos de salvar el pacto presentando un candidato alternativo a liderar la comunidad sin causas pendientes con la justicia.
Ante la incapacidad de llegar a un acuerdo, Ciudadanos decidió romper el pacto firmado, que recogía en una de sus cláusulas la dimisión de cualquier cargo público imputado. Su portavoz en Murcia anunció que se reunirá con el PSOE para explorar una posible moción de censura, que necesariamente requiere un acuerdo a tres bandas con Podemos. Fuentes del partido morado en Murcia confirmaron a EL ESPAÑOL que apoyarán esa moción de censura si se produce.
La opción que le queda al popular Sánchez es disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas. Una salida que tiene sus riesgos: puede seguir imputado y con la limitación de mandatos vigente en el Estatuto de la región de Murcia puede agotar sus dos legislaturas en apenas cuatro años. De momento, la dirección nacional del PP descarta el escenario de un anticipo electoral.
El mensaje que Ciudadanos ha querido trasladar es que el incumplimiento de los acuerdos firmados "tiene consecuencias". Tanto PP como Ciudadanos han dicho públicamente que lo que pase en Murcia se queda en Murcia y las fricciones no se elevan al pacto de investidura nacional que firmaron Rajoy y Rivera. Sin embargo, las distintas ópticas con las que los dos partidos ven el problema murciano amenazan el acuerdo nacional, que ya está malherido.
El caso de Murcia estalló el mismo día que Ciudadanos defendía en el Congreso su ley integral contra la corrupción. La mala sintonía de las reuniones de los últimos días para abordar los compromisos de regeneración democrática que firmó Rajoy también ha dejado un poso amargo en la relación. El PP ha dicho que la limitación de mandatos y los aforamientos exigen una reforma de la Constitución difícil de abordar hoy por hoy.
Las palabras del número tres del PP Fernando Martínez-Maillo asegurando que aquel pacto se firmó porque eran "lentejas" y no quedaba otra sentaron fatal en Ciudadanos. Algunos dirigentes como el portavoz en el Congreso, Juan Carlos Girauta, tuitearon la ruptura del acuerdo en Murcia con la etiqueta #lentejasinchorizo.
PP y Cs ganan tiempo
La comisión de investigación de la presunta financiación irregular del PP está pendiente, pero el Gobierno no tiene mucha prisa por constituirla. Rivera preguntará a Rajoy por esta comisión en la sesión de control al Gobierno de la próxima semana. El presidente de Ciudadanos dijo que buscará el apoyo de Podemos y PSOE si el PP se niega a cumplir lo firmado. Una decisión que, junto a la ruptura en Murcia, permite tanto a PP como a Ciudadanos ganar tiempo y abordar otros puntos del acuerdo.
Los Presupuestos y la recta de final de la negociación de la ley de autónomos, una de las banderas de Ciudadanos, volverán a medir la salud de la relación parlamentaria entre Rajoy y Rivera. Ciudadanos cuenta con los 4.000 millones comprometidos por el Gobierno en gasto social si finalmente hay presupuestos.
En cuanto a los autónomos, cuya ley está en plazo de enmiendas, Rivera confía en que el PP se avenga a eliminar el incremento del 8% en la cuota que supuso la subida del salario mínimo interprofesional que Rajoy acordó con el PSOE a espaldas de Ciudadanos.
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