Mauricio Valiente abre la sala de reuniones de la Junta de Chamartín a eso de las dos. Fuera llueve y el ladrillo del Auditorio Nacional, justo enfrente, oscurece poco a poco. Su agenda gasta páginas de dos colores: el verde de Izquierda Unida y Ahora Madrid, y el rojo del Partido Comunista. Es un viernes a todo trapo. Por la mañana, reunión con Podemos para comenzar a forjar una candidatura conjunta. Después, cuestiones de distrito. Luego entrevista. "¿Y ahora?", pregunta a su asesor al terminar. "Hombre, deberíamos comer", le responde entre risas.
Cruza las piernas en la silla y desmiga con calma, reposado. Encargado de los Derechos Humanos y la Memoria Histórica en el Ayuntamiento de Madrid, recibió las críticas de la oposición la pasada semana por votar en contra de la liberación de Leopoldo López y el resto de presos políticos venezolanos. No rehuye las preguntas, agradece el debate de ideas y explica su postura. Apuesta por respetar los procesos judiciales de Venezuela, no califica a López como preso político y dice identificarse con la revolución bolivariana. Certifica lo del póster de Lenin en el despacho, casi leyenda entre los periodistas: "Es un referente fundamental".
Esta hora de conversación va a ritmo de reloj antiguo, de esos que graznan cada cuarto de hora. "Además, no tiene remedio ni botón", bromea Valiente.
¿Es difícil ser de Izquierda Unida en el Gobierno de Carmena?
No. Desde que conformamos Ahora Madrid hemos sido capaces de integrarnos a pesar de las distintas procedencias políticas. Nunca he sentido una especial dificultad por el hecho de militar en IU.
Su formación es la que más discrepancias ha mantenido con la alcaldesa.
Es cierto que se han dado varias votaciones acerca de temas muy ideológicos en las que se han exteriorizado esas diferencias, pero no es algo cotidiano.
Ganemos sitúa a Carmena muy cerca del PSOE y lejos de las bases que la auparon. ¿Comparte este punto de vista?
Ahora Madrid se estructura en torno a dos aspectos fundamentales: su aspiración política de acabar con las políticas de recortes y la consciencia de que nuestra base es muy amplia y se nutre de expresiones políticas muy diferentes, que se ponen de acuerdo en lo esencial. Eso creo que lo comparten Manuela Carmena y el resto de concejales. Otra cosa es la percepción de cada uno, cómo se sitúa en el eje derecha-izquierda, pero eso es secundario.
¿Y en qué parte de ese eje sitúa a la alcaldesa?
Su experiencia profesional, con una acción institucional muy consolidada, marca una impronta. Traduciendo a términos periodísticos: es más moderada a la hora de afrontar el trabajo con otras fuerzas. En eso se diferencia de quienes venimos de la lucha social. La política de Carmena es más institucional.
¿A usted qué le une y qué le separa de Podemos?
Me une la aspiración por cambiar el país y haber compartido lucha social con muchos de los que ahora están en Podemos. No comparto su proyecto de organización. Mi tradición, mi militancia, está vinculada al Partido Comunista y a Izquierda Unida. Analizo la sociedad desde el marxismo, que tiene su raíz en una lucha que empezó hace mucho tiempo. Eso, obviamente es distinto a Podemos.
¿La coalición con Podemos es probable de cara a las autonómicas?
Es una aspiración. La experiencia a nivel municipal es muy buena. No tendría sentido que cambiáramos de fórmula. Pero no queremos una coalición, sino un conjunto de fuerzas con criterios muy abiertos.
¿Aceptaría a Errejón como candidato?
Aceptaré el resultado de un proceso de primarias que se celebre de forma abierta y pactada entre todas las organizaciones. Así lo hicimos en Ahora Madrid.
Hablemos de Derechos Humanos. El Ayuntamiento, con usted a la cabeza, ha trabajado mucho en el plan estratégico. ¿Cuáles son los puntos débiles de Madrid en este sentido?
Para empezar, la concepción mayoritaria que tenemos. Hablamos de Derechos Humanos y parece que sólo nos referimos a las violaciones en Ruanda. También tienen que ver con tratados internacionales que afectan a la movilidad, el acceso a la salud, el transporte público y el urbanismo de las ciudades.
¿Qué actuaciones prácticas se llevarán a cabo en Madrid?
No es un plan que de por sí descubra una realidad. Daremos un enfoque a medidas en las que ya estamos trabajando. La igualdad entre hombres y mujeres, dotar de más capacidad a los servicios sociales, adaptar la señalización de las marquesinas a los sordos, hacer accesible el transporte público, formar a los funcionarios en estos aspectos… Marcaremos mínimos, tomaremos decisiones y haremos una evaluación anual.
Usted apoya abiertamente el Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
Sí. Siempre me he pronunciado claramente. La revolución bolivariana ha supuesto la incorporación a la vida política y económica de Venezuela de una mayoría social que estaba excluida. Es un logro indudable y me identifico con el proceso revolucionario en Venezuela. Esto no significa que tenga que estar de acuerdo con todas las acciones de su Gobierno, pero sí implica una clara identificación. Intentaré ser coherente con esa posición política.
¿Le gustaría un Ejecutivo en la línea de Maduro para España?
La distancia geográfica, cultural, política y social es inmensa. Ninguna experiencia de cambio en profundidad es exportable. En Venezuela, la inmensa mayoría de la población estaba excluida de los derechos básicos y la participación política. Eso no es comparable con lo que ocurre en España.
¿No es incoherente la defensa de los Derechos Humanos con apoyar el Gobierno de Maduro?
No. Es contradictorio medir con dos varas. La cultura política europea, que peca de una gran soberbia, lo hace a menudo. Cuando en España se han criticado violaciones de los Derechos Humanos durante las detenciones policiales ha parecido que se exageraba. Los DDHH son un mínimo que hay que respetar, cada uno analizándolo su propia realidad. Venezuela se ha satanizado, eso no significa que no deba ser criticada, pero me niego a decir que los Derechos Humanos se violan en Venezuela, y no en Colombia, Francia o España. No me considero incoherente.
¿En Venezuela se están violando los Derechos Humanos?
Por supuesto. Quien diga que en un país esto no ocurre pierde toda la credibilidad. En Venezuela se violan, pero como en España. Los Derechos Humanos no se cumplen cuando se deja a personas en la calle o se utiliza una violencia desproporcionada contra los manifestantes. Me identifico con la revolución bolivariana, ha supuesto un avance muy positivo, pero eso no significa que mi posición sea acrítica. Algunos utilizan Venezuela para generar contradicciones y sacar rédito político, no para defender los Derechos.
Compara la violación de los Derechos Humanos en España con lo que ocurre en Venezuela, donde hay presos políticos y los ciudadanos carecen de productos de primera necesidad. Así lo corroboran la ONU, Human Rights Watch y Amnistía Internacional.
Sí. Allí hay más de cuarenta personas muertas a consecuencia de una acción política de una serie de dirigentes que llamaron a no reconocer el poder democrático de ese país. La comunidad internacional ha supervisado sus elecciones y no ha declarado problemas al respecto. ¿Por qué no se respetan los procesos judiciales en Venezuela y sí en España? La satanización de Venezuela es injusta. Desde el respeto a la legalidad, debe buscarse una solución a una situación conflictiva que es compleja. No voy a descalificar globalmente a este país ni a ningún otro.
No considera presos políticos a Leopoldo López y al resto de líderes de la oposición porque los vincula a las muertes de aquellas personas en las manifestaciones que menciona.
Efectivamente. Hubo un proceso judicial. Hay discrepancias sobre las garantías de ese proceso. Por ello se está produciendo la mediación. Habrá que analizar. No tengo por qué desconfiar de los poderes públicos en Venezuela. Aquí también tenemos personas condenadas por violencia política. Si otros gobiernos criticaran los poderes públicos españoles, habría una reacción de defensa y reivindicación de nuestra soberanía.
El propio fiscal del juicio de Leopoldo López dijo que las pruebas que le llevaron a la cárcel eran falsas.
Entiendo que ese procedimiento judicial tendrá un mecanismo de revisión. Me remito a ese tipo de recursos. No me voy a poner yo a revisar los juicios en Venezuela, no es mi función.
¿La encarcelación de López no supone una violación de los Derechos Humanos?
Hay una responsabilidad penal establecida. Constato que ha habido una actuación golpista y un llamado a no reconocer los poderes públicos en Venezuela, con muchas víctimas como resultado. Un policía allí muerto tiene el mismo derecho a reclamar justicia que en España. Evidentemente existe un trasfondo político, pero eso no significa que todos los condenados por aquello sean presos políticos.
Usted es especialista en Derechos Humanos. Ha participado en misiones en África y América latina. Sorprende que su criterio sea justo el contrario al de la ONU, Human Rights Watch y Amnistía Internacional.
Ante un debate político como el que se ha dado en el Ayuntamiento, he planteado que se está utilizando Venezuela de forma demagógica y oportunista. Detrás de eso no hay una intención de defensa de los DDHH, sino una manipulación. Eso no significa que yo no reconozca los organismos internacionales.
¿Por qué votó en contra de que la alcaldesa recibiera a los familiares de López y el resto de presos políticos?
Manuela y yo mismo hemos recibido a todos los que nos lo han pedido. Me he reunido con familiares de presos en Venezuela, como también he visto a víctimas de la violencia ejercida por los opositores.
Entonces, ¿por qué votó en contra?
Ya le digo. El trasfondo de la votación no era trabajar por los Derechos Humanos, sino forzar una situación que genere rédito político al PP. Voy a recibir a todo el que me lo pida, es mi obligación.
¿Carmena se dejó engañar por esa demagogia del PP de la que habla?
El debate fue confuso y el resultado también. No es que se dejara engañar, simplemente expresó su actitud de forma clara.
Si la familia de López le pide audiencia, ¿la recibirá?
Por supuesto. No tengo inconveniente alguno. Como ya digo, también he atendido a familiares de policías degollados a consecuencia de la acción política opositora. Es mi obligación.
Una anécdota. He leído que tiene un póster de Lenin en el despacho. ¿Es cierto?
Sí, es cierto.
Supongo que esto generará polémica, más en un marco de aplicación de la Memoria Histórica en el que se producen fuertes discusiones. La última, entre usted y el concejal del PP Pedro Corral.
Lenin es el referente de una revolución que supuso un avance muy importante en la situación de las mayorías trabajadoras en todo el mundo. Reivindico la figura de Lenin, referente para los que seguimos luchando por un cambio. Entiendo que quien tenga otra idea política pueda no estar conforme. Seguramente Pedro Corral tenga en su despacho una foto de Fraga, que fue ministro de Franco.
¿Está comparando a Lenin con Fraga?
El PP emplea un falso discurso en su reivindicación del liberalismo. Si uno analiza las revoluciones liberales -la francesa, la inglesa, la americana-, verá los millones de muertos que generaron. Estos episodios sociales no conviene estudiarlos con el dogmatismo del PP. Se hinchan a hablar de Churchill, un imperio colonial que produjo genocidios y permitió la explotación de miles de personas. En el y tú más no gana nadie. Pero no acepto el dogmatismo.
Los referentes de la derecha parecen limpios de todo. Reconozco las violaciones y el sufrimiento generado en nombre del ideal comunista en el que creo. Esa es la superioridad moral y la gran diferencia con el liberalismo, que no lo hace. Parece que los genocidios coloniales no tienen nada que ver con ellos. Pongo los crímenes cometidos en nombre del comunismo en la balanza y analizo por qué se dieron. Esa es la fortaleza, que somos capaces de analizar el pasado para mantener un proyecto emancipador. Por eso tengo un póster de Lenin. No tengo problema en reconocerlo, me parece un referente fundamental.
Un amplio cupo de historiadores del siglo XX se refiere a Lenin como el inspirador del “terror rojo” y el genocidio en Rusia.
Hay un dogmatismo, una deformación y una utilización interesada de ese discurso, que no comparto. Se nos olvida que la Rusia de esos años era un imperio zarista sometido a una guerra mundial. Se nos olvida que Japón, Francia y Estados Unidos invadieron territorio ruso y cometieron todo tipo de barbaridades. Me defino como marxista-leninista y con ese marco interpreto la realidad.
Buscando información sobre Lenin en internet, he encontrado una carta que envió a un tal Fiódorov, en la que le urgía a implantar “el terror de las masas” y a “eliminar a cientos de prostitutas, soldados borrachos y antiguos oficiales”. Me sorprende que tenga un póster y sea su referente.
Lenin dio la tierra a los campesinos. Cuando Rusia estaba enfrascada en una carnicería como fue la Gran Guerra, decidió sacarla del conflicto. Eso que lees me parece una barbaridad, no sé si fue así o está manipulado. Desconozco esa carta. Suena fatal.
Hablemos de Memoria Histórica. Madrid va a cambiar con el nuevo callejero. ¿Cuál es su política ideal en este sentido?
Aquella que construya una identidad democrática con la que podamos identificarnos la mayoría.
¿Cuándo tendrá Madrid su nuevo callejero?
Calculo que en mayo.
¿Considera el PP un partido franquista?
Creo que el PP no ha roto el cordón umbilical que le une a la ideología franquista, ese españolismo y ese uniformismo. Hablo del PP, no de sus militantes. Eso explica su actitud con la Memoria Histórica, aunque no les tacharía de franquistas, pero sí de no romper ese cordón umbilical.
¿Será posible el consenso?
Vamos a luchar por que exista. Será difícil. Hemos avanzado en los mínimos. Luego habrá grandes diferencias y nadie quedará satisfecho, pero no será un drama.