Más postales. Ahora de Manuela Carmena a Fernando Arrabal, hasta París, donde vive el escritor. La alcaldesa de Madrid relata que en ningún momento decidió retirar su nombre y el de Max Aub de las salas teatrales de Matadero. Habla de "malentendido" y asegura que el homenaje se mantendrá.
Este lunes, Arrabal enviaba una misiva a Carmena, una imagen de la Cibeles en la que criticaba que Ahora Madrid hubiera decidido borrar el apellido Aub de uno de los espacios teatrales de Matadero. En una patafísica respuesta, en su entrevista con EL ESPAÑOL, el cineasta contestaba a la regidora: "¿Fui novio de su papá?".
Carmena, que ha reiterado aquello del "malentendido", ha explicado que el cambio de nombre sólo afectará al conjunto de las Naves, y no a las salas que llevan el nombre de Arrabal y Aub, que "por supuesto lo mantendrán".
Al conocer la intención de Carmena, PP, PSOE y Ciudadanos criticaron al Ejecutivo municipal al considerar su movimiento "sectario" e "inoportuno".
Carmena, en respuesta a la carta de Arrabal, ha ofrecido una reunión al escritor afincado en París. Con buenos ojos y en otra postal, el premio Nadal y Nabokov ha aceptado "con gusto".
De momento, Arrabal sólo ha recibido la respuesta de Carmena vía correo electrónico y espera que también llegue el símil manuscrito, "porque así lo hizo siempre Tierno Galván".
Entre líneas, en su conversación con este diario, el afrancesado escritor criticaba que Carmena le despachara: "Después de que todos se hicieran un selfi conmigo, ahora nadie quiere poner la foto".
En clave indescifrable, también recriminó las "cóleras elegantes" de los partidos, que le "exaltan" y le "enblandecen". Por último, le dejó un "recadito" tecnológico: "¿Qué pasa en Madrid que nadie se atreve a decir que tiene un Samsung?".
Todo ello lo escribió desde París, "como Rihanna, en posición fetal". O quizá fue desde Ciudad Rodrigo, "adonde llegó en mulo y sin paparazzis".