"El camino se hace paso a paso, no sabemos cuál será el siguiente", "tenemos un plan B", "tenemos la brújula, pero no sabemos el mapa por el que nos movemos", "vamos a tener que innovar"... de este modo han despachado todas las preguntas concretas sobre el desarme de ETA los activistas a los que la banda ha encomendado su entrega de armas total. Reunidos varios de ellos este sábado en un seminario sobre resolución de conflictos en Biarritz (Francia), no sólo han jugado al despiste con la letra pequeña del anuncio de los terroristas conocido ayer, sino que han asegurado que mantendrán la expectación de aquí al 8 de abril, fecha límite al que se ha comprometido la organización criminal.
"Nada será secreto en el último momento, pero si anunciamos todo a la vez... no va a quedar nada para los periodistas que nos están esperando", ha dicho en francés Michel Berhocoirigoin, uno de los cinco detenidos el pasado diciembre cerca de Bayona cuando procedían, de acuerdo con ETA, a destruir parte de su arsenal. Sus palabras han despertado las risas de los presentes desde las 9 horas de este sábado en el Auditorium Belleveu de Biarritz.
Según ha desvelado este activista que se define miembro de la sociedad civil gala, su intención el pasado diciembre era destruir las armas que les dio ETA voluntariamente (en torno a un 15% de todo su arsenal), grabarlo y después remitir las imágenes al Gobierno francés en busca de su implicación en el desarme. Después ya lo difundirían a los medios de comunicación. No obstante, la Policía francesa y la Guardia Civil llegaron antes de que pudiesen completar su plan, que quedó desbaratado. Preguntado por EL ESPAÑOL acerca de si van a mantener esa estrategia en el plazo que se abre ahora hasta el 8 de abril, su respuesta ha sido mucho menos precisa. Se ha limitado a decir que ahora el escenario es otro.
"Estamos en otro enfoque, algo más masivo, plural, más compartido, es una etapa trabajada, pero no os puedo decir más". Lo que sí ha confirmado es que para este nuevo desarme quieren volver a contar con la Comisión Internacional de Verificación, los mismos que ya participaron en el año 2014 en el falso desarme de ETA de la caja de cartón en el que los terroristas se limitaron a exhibir una parte pírrica de su arsenal para después volvérselo a llevar.
"Tenemos la brújula, pero no sabemos el mapa en el que nos movemos, trabajamos paso a paso, vamos a tener que innovar y tendremos éxito", ha dicho este mediador, quien ha insistido en que han mantenido diversos contactos con altas esferas del Gobierno francés, pero no ha dado la respuesta que esperaban.
Tras su detención en diciembre, el juez le prohibió a él y a sus compañeros salir de Francia o reunirse entre ellos. Pero ha deslizado la posibilidad de incumplir esos preceptos con una nueva frase enigmática: "hay personas que arriesgan mucho y no tienen problemas, así que no sabemos". En el seminario titulado 'El desarme al servicio de los procesos de paz' también estaba Txetxe Etcheverry, quien se ha negado a hacer declaraciones a este periódico. Es la persona que ayer desveló a través de las páginas de Le Monde este nuevo desarme previsto para el día 8 de abril.
El secretismo de los mediadores se ha extendido a los presentes en el Auditorium de Biarritz, entre ellos el líder de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi. Se ha limitado a repetir sus declaraciones de ayer en las que pedía al Gobierno de Francia que no ponga obstáculos a este nuevo anuncio de desarme. Preguntado por este periódico acerca de si conoce los planes concretos que tiene la banda para materializar su entrega ha asegurado desconocerlos. "Y si los supiera tampoco los haría públicos", ha añadido. Entre los asistentes, también estaba la etarra Elena Beloki, el histórico dirigente de Batasuna, Rufino Etxeberria y el fundador de ETA Julen Madariaga.