"Víctimas" que merecen "apoyo, solidaridad y cariño" porque sufren "viejas excepcionalidades" y un "atropello democrático". Así ven Podemos y varias formaciones nacionalistas a los acusados de agredir a dos guardias civiles en Alsasua (Navarra) meses atrás, que serán juzgados por terrorismo en la Audiencia Nacional. Un respaldo que ha generado división en el seno de Podemos. Hasta el punto que Pablo Iglesias tenía que matizar que "estamos con las víctimas de la agresión y lo dijimos desde el principio". 

Podemos sobre las víctimas de Alsasua

El martes a última hora del martes Podemos anunciaba que este miércoles sus representantes se reunirían con familiares de los presuntos autores de "la supuesta agresión" de Alsasua -quienes ya visitaron el Congreso el pasado diciembre-. Y también comunicaba que se presentaría un manifiesto "firmado por la totalidad de los diputados de Unidos Podemos".  

Sin unanimidad en Podemos

Sin embargo, no ha habido esa unanimidad en Podemos. El exportavoz de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) Juan Antonio Delgado confirmaba este miércoles que no había firmado tal manifiesto. Y el juez Yllanes sí suscribía este texto, pero en declaraciones a los medios mostraba su rechazo al mismo. 

"Desde el minuto uno hemos estado con las víctimas de Alsasua, con los guardias civiles agredidos y sus parejas. Lo demás son manipulaciones", escribía en su perfil de Twitter Delgado. 

El texto de la discordia señala que ha habido "falta de proporcionalidad" al calificar los hechos de Alsasua como "delito de terrorismo", teniendo en cuenta que los primeros informes de la Policía Foral de Navarra y de la Guardia Civil no señalaban que se tratase de terrorismo. Por ello, los diputados y senadores firmantes piden que "imperen los principios de proporcionalidad, justicia y equidad" y también reclaman "la eliminación de la calificación penal como delito de terrorismo"

Una presentación extraña

Además de este comentario público, en privado también hay diputados de Unidos Podemos -tanto de la formación morada como de algunas de sus confluencias- que no discuten el fondo del asunto, pero sí la forma. Y es que, divisiones internas al margen, la presentación del manifiesto fue ciertamente extraña, porque se improvisó cómo se daba a conocer a los medios. 

Finalmente, los representantes de Unidos Podemos (el partido morado y En Marea, En Comú e IU), PNV, ERC y Bildu valoraban su apoyo a los familiares de los presuntos agresores de Alsasua. Por ejemplo, la portavoz adjunta de Unidos Podemos Ione Belarra calificaba lo sucedido en su día en Alsasua como "una pelea de bar" que, de haber acontecido en otra comunidad autónoma, se hubiera tramitado en "un juzgado de primera instancia".

"Venganza"

Joan Tardá, de ERC, decía que estos "ciudadanos" han sido "víctimas" de una "gran arbitrariedad" que parte "criterios de venganza". Oskar Matute, de Bildu, pedía "revertir el atropello democrático". Sergi Miquel, del PDeCAT, sorprendía su "solidaridad, apoyo y cariño" con los supuestos agresores. 

Nadie se acordaba de los guardias civiles y sus parejas. Ni una palabra sobre la agresión sufrida. Cuando le preguntaron por ello, la representante de Unidos Podemos dijo que "las personas que han sido víctimas de agresión son víctimas y las personas que están siendo sometidas a un proceso judicial injusto y desproporcionado son también víctimas".  

Iglesias desautoriza a la portavoz Belarra

Si bien para Belarra lo sucedido en Alsasua fue "una pelea de bar" y no un caso de terrorismo, Pablo Iglesias no lo tiene tan claro. El líder de Podemos tuvo que matizar las palabras de su portavoz adjunta, porque se apresuró en dejar claro que están junto a las víctimas de la agresión y no se mojó a la hora de calificar los hechos.  

"Estamos con las víctimas de la agresión y lo dijimos desde el principio", decía Iglesias. "Pero nosotros nos tenemos que reunir con todo el mundo y las familias de los condenados no son agresores por ser sus familias", agregaba. Cuando le preguntaban si también consideraba que lo acontecido en Alsasua fue "una pelea de bar", no entraba al trapo. 

"Las valoraciones que haga cada uno del contexto en el que se produce esa agresión, si se produce como consecuencia de estar en un establecimiento concreto, bueno pues esas son cuestiones que yo no voy a entrar a valorar", decía Iglesias, quien tampoco valoraba la división en Podemos sobre este asunto

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