Abandona la política. Esperanza Aguirre ha dimitido este lunes como concejal y portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid. Lo ha hecho cinco días después de la detención de quien fuera su mano derecha, Ignacio González, a quien ella puso a dedo como sucesor cuando abandonó en 2012 la presidencia de la Comunidad de Madrid. "Me siento engañada y traicionada", ha dicho Aguirre tras presentar su dimisión.
"Este auto y esta prisión no son una prueba definitiva contra él pero sí demuestran que no le vigilé todo lo que debía", ha informado la ya exconcejal del Ayuntamiento de Madrid sobre el proceso judicial de González, del que ha dicho que "ha sido una persona" de su "máxima confianza".
"Con dignidad"
Después de hacer un repaso a la carrera política de González, incluyendo los puestos que ocupó tras la marcha de Aguirre: la expresidenta de la Comunidad ha afirmado que dimite del cargo que ostenta, un puesto en el que "le colocaron los ciudadanos de Madrid con sus votos". Antes de irse con su equipo, reconoció que "los políticos debemos asumir todas las responsabilidades con dignidad, sin dilaciones ni excusas".
En un comunicado el PP ha informado de que "respeta la decisión" de Aguirre. Ha añadido que "valora y reconoce" su "larga trayectoria política", "desarrollada en distintas Administraciones así como en el partido, y considera que ha sido una persona relevante para esta organización".
El PP madrileño también ha querido hacer público su agradecimiento y respeto a la decisión. Y añade la importancia de la herida que los casos de corrupciçon han dejado en la agrupación: "Nuestra organización comparte las razones expuestas por Aguirre para dejar el cargo, especialmente en lo que se refiere a que debía haber vigilado con mayor eficacia los posibles casos de corrupción, lo que ha causado daño a las instituciones y al propio partido".
Desde que la Guardia Civil detuvo a González el miércoles en el marco de la Operación Lezo, Aguirre se aisló en su despacho del Consistorio madrileño y evitó pronunciarse sobre los hechos delictivos que pesan sobre el hombre que fue de su máxima confianza durante 20 años. No fue hasta el día siguiente, el jueves por la mañana, cuando las cámaras pudieron captar las primeras palabras de la exlideresa cuando fue a declarar como testigo por el caso Gürtel.
Aguirre transmitió una imagen de mujer engañada que todavía creía en la inocencia del que fuera su máximo colaborador. Ahí se resistía todavía a dimitir, a pesar de la presión que llegaba desde la dirección nacional de Génova para que presentase su renuncia. No lo hizo hasta que no confirmó con sus propios ojos que el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco privaba de libertad a Ignacio González.
Sus dos dimisiones
No es la primera vez que Esperanza Aguirre abandona la política. En septiembre de 2012 dejó la Real Casa de Correos por un cáncer que superó satisfactoriamente. Ahí puso en su lugar al ahora encarcelado González. La segunda dimisión como presidenta del PP madrileño llegó el 14 de febrero de 2015, cuando se conoció que su mano izquierda, Francisco Granados, presuntamente había financiado irregularmente al partido que presidía.