Si el objetivo era explicar el proceso independentista catalán a los dirigentes o a la opinión pública de la UE, el resultado ha sido otro fracaso. A la charla que ha dado este martes en Bruselas el ex presidente de la Generalitat, Artur Mas, condenado a dos años de inhabilitación por desobedecer al Tribunal Constitucional en la consulta del 9N, han asistido algo más de 70 personas. Casi la mitad eran periodistas españoles. La otra mitad, mayoritariamente catalanes residentes en la capital belga. Al igual que le ocurrió al presidente Carles Puigdemont hace unas semanas en la Eurocámara, los representantes europeos han dado la espalda a Mas.
Como maestro de ceremonias del acto -que se ha celebrado en la oficina de Cataluña en Bruselas- actuaba Jean Quatremer, el veterano corresponsal del diario francés Libération. La charla se ha desarrollado en francés, aunque la mayoría aplastante de los asistentes eran españoles. Quatremer ha empezado desvelando que alguien “de Madrid” (a quien se ha negado a identificar) le había llamado para disuadirle, sin éxito, de presentar la conferencia. A continuación ha explicado que la Generalitat le invitó el otoño pasado a Barcelona, junto con otros periodistas europeos, con el fin de explicarle el por qué de la reclamación de independencia. Pero los argumentos del Gobierno catalán no le convencen en absoluto.
“¿Por qué Cataluña quiere la independencia si sois una región con éxito, a la que toda España envidia y que no sufre ninguna represión del Estado central, más allá del desprecio PP y de Rajoy?”, ha sido la primera pregunta que Quatremer le ha espetado a Mas. “Debo confesar que durante nuestra visita a Barcelona no lo entendíamos”, ha dicho. Todo el mundo habla catalán con normalidad y Cataluña tiene poderes que “ninguna región francesa puede soñar”. “Es cierto que, a diferencia de otros lugares, las autopistas son de pago y quizá eso pueda justificar un movimiento independentista”, ha ironizado.
“No soy partidario de la independencia catalana. Desconfío enormemente de las independencias regionales, simplemente porque así se justifica el brexit, el grexit o el frexit (la salida de Francia de la UE que defiende la candidata ultraderechista Marine Le Pen). ¿Dónde nos detenemos? A menudo, los regionalistas son proeuropeos cuando están en el interior de un Estado y cuando salen tienen tendencia a convertirse en eurófobos”, ha argumentado el moderador.
El ex presidente de la Generalitat le ha respondido culpando a la sentencia del Tribunal Constitucional de 2010 por invalidar “las partes más importantes” del estatuto de Cataluña aprobado en referéndum. Y ha alegado que no se trata de una “invención de dirigentes políticos” sino que responde a una movilización popular expresada en las sucesivas manifestaciones de la Diada y en el resultado de las elecciones catalanas a favor del derecho a decidir.
¿Un movimiento egoísta?
“¿No hay entre los catalanes un cierto egoísmo, un rechazo a participar en la solidaridad entre las regiones españolas? ¿No es el problema en el fondo que estáis hartos de dar dinero a los andaluces?”, le ha interrogado entonces el moderador. Mas admite que “hay también un problema económico, pero no es el único”.
De hecho, el ex presidente de la Generalitat ha sostenido que “si la condición para la independencia de Cataluña o para el referéndum es que durante algunos años Cataluña dé dinero a las regiones menos productivas de España, está bien, no hay problema”. “Podríamos ponernos de acuerdo. No se trata de un movimiento egoísta de ricos que quieren quedarse con el dinero”, ha resaltado.
¿Cómo reaccionará la Unión Europea y la comunidad internacional si Cataluña sigue adelante con el referéndum saltándose el orden constitucional español?, le ha planteado a continuación Quatremer. Para Mas “dependerá de si se pone el acento en la legalidad y punto y final o en la legitimidad y la democracia”. “Si sólo se considera la legalidad existente y se ignora la democracia, entonces ellos tienen la fuerza para imponer algunas decisiones, no todas”, ha admitido.
No obstante, el ex presidente de la Generalitat cree que la UE deberá acabar interviniendo ante la “legitimidad de un movimiento democrático y pacifista” y la negativa al diálogo de Rajoy. “Imaginemos que Cataluña declara su independencia y se convierte en un Estado. Si no hay acuerdo con el Estado español, el Estado español pierde el 20% de su PIB pero se queda con el 100% de su deuda pública. Eso se convierte ya en un problema europeo y para el euro. Porque los propietarios de la deuda pública española, los mercados, van a reaccionar. Así que es una amenaza para Europa”, ha sostenido.
La conferencia de Bruselas es la primera parada de la gira europea que tiene previsto realizar Mas, por encargo del Gobierno de Puigdemont, para explicar el proceso soberanista catalán. Este miércoles estará en París y el jueves visitará Ginebra.
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