La nueva dirección del PSOE liderada por Pedro Sánchez ha dado orden de reconsiderar el apoyo de los socialistas al Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y Canadá, el conocido como CETA, después de que ayer mismo le diera su voto favorable en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso.
Se trata de una de las primeras decisiones que adopta Sánchez desde que retomó oficialmente las riendas del PSOE en el 39 Congreso Federal del pasado fin de semana y renovara las direcciones de sus grupos parlamentarios.
Cristina Narbona, presidenta del PSOE desde el pasado domingo, ya anunció ayer que su partido no apoyaría ese tratado cuando pase por el pleno del Congreso, previsiblemente el jueves de la semana que viene. "No lo vamos a apoyar", aseguró Narbona en su perfil de Twitter.
La presidenta del PSOE argumentó que este tipo de acuerdos internacionales tienen que redefinirse "para no concentrar más poder en las grandes corporaciones a costa de derechos".
Fuentes del PSOE han confirmado a EFE que la Comisión Ejecutiva del PSOE decidirá en su reunión del próximo lunes qué votará el partido cuando el CETA tenga que ser ratificado en el pleno de la semana que viene.
Descartado ya un apoyo al tratado, el PSOE se mueve entre el "no" y la abstención, aunque todo indica que optarán por abstenerse en la votación.
Al conocer la marcha atrás del PSOE, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se ha felicitado del cambio de postura de los socialistas porque puede ser "un paso" que acerque los acuerdos entre ambas formaciones políticas.