El exportavoz de Ciudadanos en las Cortes Valencianas, Alexis Marí, y tres diputados más han abandonado este viernes el grupo parlamentario para pasar al grupo de no adscritos. Con esta escisión, Cs se queda con nueve diputados de los trece obtenidos en las elecciones autonómicas de 2015. Marí y los tres diputados afines no entregarán su acta de diputados. “El acta corresponde al diputado, no al partido”, ha dicho Marí, que ha justificado que no abandonan el escaño apuntando a razones morales y ante el giro liberal (“giro inaceptable”) tomado por Cs en el último congreso. “Voy a seguir defendiendo lo que defendí en mayo de 2014”, ha dicho respecto al cambio del partido.
Tras la comparecencia de los cuatro diputados ahora tránsfugas, todos los diputados autonómicos, junto a otros cargos del partido en Valencia, les han pedido que entreguen sus actas. La portavoz y sustituta de Marí, Mari Carmen Sánchez, le ha recordado que todos ellos firmaron una carta ética cuando entraron en el partido “que dice que tienen que entregar el acta”. Sánchez ha apuntado que otros compañeros así lo hicieron tras el citado congreso. “A día de hoy son unos tránsfugas y eso que quede bien claro, se lo estaremos recordando”, ha dicho.
La salida de los díscolos parecía inevitable desde hace meses, sobre todo desde el congreso de Cs, pero la decisión se ha prolongado en el tiempo y tras meses de tensión por las críticas de Marí a la cúpula naranja y las consiguientes peticiones de marcha por parte de los dirigentes del partido de Albert Rivera.
Marí convocó en la tarde del jueves a la prensa desde un mail privado -ajeno al partido-, sin citar su condición de diputado ni miembro del grupo de Ciudadanos en el parlamento valenciano y con total desconocimiento de sus compañeros de partido que no sabían ni de la convocatoria ni de su contenido. Minutos después trascendía lo que desde hace semanas se esperaba: los cuatro diputados críticos abandonaban el grupo, pero no el escaño.
El exportavoz de Cs ha comunicado esta mañana al partido la decisión que, ante la prensa, ha justificado por el “leninismo” de los dirigentes y el “hostigamiento” a los miembros críticos con Rivera. Marí ha lanzado duras críticas a la dirección, al partido y a los ahora excompañeros de la formación naranja en la Comunidad Valenciana y en Madrid, como es el caso del diputado Toni Cantó. También ha arremetido contra la línea de la formación de Rivera y su acercamiento a las políticas del PP, así como con la propia elección de los miembros del partido en el que hasta ahora él mismo militaba. “Que se sepa lo que Cs está atrayendo a su casa (…) Con escombros del PP no se pueden hacer buenos proyectos”, ha dicho. Además, ha avanzado que en las próximas semanas habrá más marchas de otros miembros de la formación. Marí ha dibujado en su comparecencia un ambiente plagado de “actuaciones bochornosas” como amenazas, grabaciones… “Nunca vi un leninismo aplicado de esta manera a los afiliados”. Todos los diputados que han comparecido en bloque tras él han negado estas situaciones.
Los tres diputados, junto con Marí, que ya han solicitado en las Cortes Valencianas el paso a no adscritos son Alberto García, David de Miguel y Domingo Rojo. El primero en tomar la palabra ha sido García quien ha criticado la “clarísima falta de democracia interna” de un partido que, según ha dicho, “solo exige mucha lealtad para promocionar y no el trabajo”. En la misma línea se han pronunciado De Miguel y Rojo. Éste último, además, ha hablado de “trato vejatorio” de la organización y del partido, así como de “linchamiento público”, a miembros como la europarlamentaria Carolina Punset.
Esta comparecencia ha estado seguida por otra protagonizada por todos los nueve diputados con los que se queda el grupo parlamentario y con dirigentes como el coordinador Fernando Giner. Tanto Giner como la portavoz, Mari Carmen Sánchez, han exigido a los cuatro diputados que entreguen sus actas en base a la carta ética que todos ellos firmaron al entrar en Ciudadanos y que, según ha explicado, exige la entrega del acta si salen del partido. “Siento tristeza por los comentarios de los que han sido nuestros compañeros, me sorprende la dureza y me apena, hemos escuhado faltas de respeto. Lamento la marcha”, ha dicho Sánchez.
MESES DE TENSIÓN
La oposición pública a Rivera aumentó de tono tras el congreso que decidió el giro liberal de la formación. Ciudadanos decidió relevarle del cargo de portavoz después de que Marí apoyase una protesta en el parlamento valenciano contra los Presupuestos Generales del Estado pese a la orden del partido de desmarcarse del acto. La destitución no se hizo efectiva de manera inmediata en las Cortes Valencianas y ello permitió a Marí y a los tres diputados que ahora abandonan también el grupo participar en el acto de repulsa a los PGE. Después, atendió a la prensa, rechazó que se fuera a ir del partido y dijo aquello de: “El día que Rivera invitó a los díscolos a que se fueran, se tomó una sobredosis de colacao, iba muy ‘cargao’”.
Desde entonces comenzó una escalada de críticas desde su perfil de Twitter lanzadas directamente a Rivera y a otros miembros de la cúpula. Ante las invitaciones a marcharse, Marí respondió con un “va a ser que no”. Semanas después ha optado por abandonar el grupo y, junto a sus tres afines, ser diputados tránsfugas en el parlamento valenciano.
En la tarde del jueves, algunos de los compañeros que se pasan con él a no adscritos (concretamente, el diputado David de Miguel) borraron de su perfil la pertenencia a Ciudadanos.