Mariano Rajoy sabe que sin Ciudadanos se le escapa la legislatura. El presidente del Gobierno descarta casi por completo acuerdos con el nuevo PSOE de Pedro Sánchez, al que todavía no ha llamado desde su reelección como secretario General. Rajoy ha aprovechado el giro a la izquierda de Sánchez y su recién estrenada entente con Podemos para tender la mano a Albert Rivera a pesar de los problemas, que los hay, entre las dos formaciones políticas.
El jefe de Gobierno ha tratado de neutralizar la incipiente alianza del bloque de izquierdas con una reunión que llevaba tiempo sin producirse. Rajoy ha almorzado mano a mano con Rivera en La Moncloa horas después del encuentro de Sánchez y Pablo Iglesias en el Congreso. La última vez que Rivera estuvo en Moncloa fue en una cena con los equipos negociadores de ambos partidos en enero.
La agenda de Sánchez
Fuentes de Ciudadanos aseguran que el momento ha sido una casualidad. Dicen que la reunión con Rajoy se organizó hace semanas y que han hecho malabarismos para encajar las agendas de ambos encuentros. Pero el almuerzo, que ha durado dos horas, ha partido en dos la agenda de Sánchez, que antes se había entrevistado con Iglesias, y el miércoles lo hará con Rivera.
La comisión sobre la presunta financiación irregular del PP había enturbiado la relación de PP y Ciudadanos en las últimas semanas. El propio Rivera comentó a su entorno que las posiciones en materia de regeneración eran “antagónicas” a las del PP. Pero la propuesta de Sánchez de unir a Iglesias y Rivera en un frente común contra el Gobierno ha sido un aviso que Rajoy no ha dejado pasar por alto.
Desde que Sánchez lanzó su oferta la semana pasada, Rivera ha endurecido progresivamente su discurso contra esta triple alianza en la que no cree. Ciudadanos rechaza crear un espacio que excluya al PP. “No tiene sentido”, llegó a decir el secretario general del partido naranja, José Manuel Villegas. Rivera ha dicho que no va a dinamitar una legislatura en marcha.
El diálogo con el PSOE se ceñirá a reformas puntuales. Nada queda del pacto de 'El abrazo' que suscribieron hace más de un año. Ni un solo guiño lo recordará este miércoles. No habrá foto delante del cuadro de Juan Genovés ni la reunión tendrá lugar en la Sala Constitucional, donde Rivera y Sánchez firmaron aquel acuerdo de Gobierno.
Rebaja del IRPF
Rajoy logró sacar los Presupuestos de este año con una mayoría que incluía a Ciudadanos, PNV, Coalición Canaria y Nueva Canarias. Con el grupo vasco y los diputados canarios, los acuerdos como el cupo o las inversiones son plurianuales (se extienden durante varios años). Por eso cuenta con ellos para las cuentas del 2018. Con Ciudadanos es diferente. El partido naranja no está atado y Rajoy sabe que les necesita más que nunca si quiere evitar elecciones anticipadas.
Horas antes del almuerzo, Rivera lanzó su primer envite en la negociación del techo de gasto y el endeudamiento. El líder de Ciudadanos exigió una rebaja del IRPF a las rentas de los trabajadores como contrapartida a su apoyo. La medida todavía está por concretar, pero fuentes de Moncloa admitieron que fue uno de los temas que abordaron en la comida. Ciudadanos aspira a bajar el IRPF a todos los contribuyentes, pero en distintas cuantías según tramos. El impacto sería de 2.000 millones, una cantidad asumible en la actual coyuntura según el equipo económico naranja. Rivera quiere el compromiso de Rajoy de aplicar esa rebaja para votar a favor del techo de gasto y después concretarlo en una negociación más detallada.
La iniciativa ha permitido a Rivera recuperar protagonismo en la negociación, donde el relato es fundamental en el sistema multipartidista. La reunión fue cordial. Además de los Presupuestos, Rajoy y Rivera hablaron sobre Cataluña, el brexit, la Unión Europea y la figura del presidente francés Emmanuel Macron, que pertenece al espacio político de Rivera pero que también ha cautivado personalmente a Rajoy. Así se lo hizo saber el presidente al líder de Ciudadanos.
Sánchez e Iglesias, pasito a pasito
Este encuentro ensombreció el que mantuvieron los secretarios generales de PSOE y Podemos horas antes en el Congreso. La reunión entre Sánchez e Iglesias de este martes servía a sus protagonistas para extraer dos conclusiones principales: confirmar que PSOE y Podemos manejan unos tiempos distintos para intentar desalojar Rajoy y empezar un camino de trabajo conjunto que quién sabe si terminará o no en una moción de censura con el tiempo. Porque lo cierto es que, pese a que Iglesias quiera "echar al PP cuanto antes" y Sánchez apueste por ir más despacio en busca de una mayoría alternativa, ambos llegaban al acuerdo más relevante desde el 20 de diciembre de 2015. "Con esta creación de unos equipos de trabajo comunes hemos avanzado más que en todo 2016", como murmuraban fuentes del partido morado. "Vamos 'pasito a pasito' como la famosa canción", añadían entre risas.
Margarita Robles e Irene Montero serán las encargadas de coordinar las labores de estos equipos conjuntos de trabajo que, si se cumplen los plazos que anuncia Iglesias, empezarán a reunirse en el mes de julio. Sobre la mesa de negociación estarán asuntos de tan diversa índole como las pensiones, el techo de gasto, la mejora en la negociación colectiva, el salario mínimo interprofesional o el futuro del CETA. En unos puntos habrá acuerdo y en otros no, pero Podemos y PSOE inician así una colaboración que resulta tan inaudita como está siendo el tono amabilísimo con que Iglesias se refiere a los socialistas.
... y luchando por la hegemonía
"Nosotros no podremos gobernar sin el PSOE y el PSOE no podrá gobernar sin nosotros", resumía el secretario general de Podemos. El portavoz socialista, José Luis Ábalos, que comparecía para dar cuenta de la reunión mientras Sánchez se iba a Al Rojo Vivo (La Sexta), frenaba en alguna medida las ansias de Iglesias al recordar que "la aspiración del PSOE es gobernar en solitario en el futuro".
El tono de Sánchez respecto a Podemos también mejora con el paso de los días, si bien el secretario general del PSOE y sus portavoces no esconden que sus intenciones son convencer a Ciudadanos -se reúne este miércoles con Rivera- para que los naranjas y los morados se retiren los vetos mutuos y sea posible una mayoría alternativa. Sigue, por tanto, el bloqueo y el juego de culpas entre unos y otros que entronca además con la soterrada pelea por la hegemonía que libran Sánchez e Iglesias al tiempo que se reúnen.
A ese respecto, este martes le preguntaban al secretario general de Podemos quién lidera realmente la oposición en estos momentos. Su respuesta era que "esos títulos los tienen que poner los ciudadanos" sin esconder, como también hizo Ábalos, que llegará el momento en que ambas formaciones de izquierda compitan en las urnas. Al cabo, en esas elecciones, sean más temprano o más tarde, responden todos los movimientos políticos que, teatralidad al margen, siguen permitiendo que gobierne Rajoy con el apoyo de Rivera.
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