El Gobierno de Mariano Rajoy sigue sin ver motivos para aplicar siquiera la primera fase del artículo 155 de la Constitución a la Generalitat de Cataluña. Antes de "adoptar medidas necesarias para obligar al cumplimiento forzoso de las obligaciones", la Carta Magna recoge que el primer paso que debe dar el Ejecutivo es enviar un requerimiento al presidente de la región, en este caso a Carles Puigdemont.
Solo a partir de entonces, "si no es atendido", el Gobierno podrá proteger el interés general de sus ciudadanos si así lo aprueba la mayoría absoluta del Senado.
Mientras que el equipo de Puigdemont ya avanza cómo tiene previsto aplicar el referéndum, el Ejecutivo liderado por Rajoy sigue sin desvelar las cartas que esconde para evitar que los independentistas coloquen las urnas el 1 de octubre.
De momento, los independentistas no se amedrentan ante los avisos del Gobierno de que por encima de la ley no hay nada ni nada ni nadie.La vicepresidenta del Gobierno ha respondido al desafío con contundencia ante la supuesta ley catalana que permitiría en 48 horas la independencia de la región. "Al Estado le bastan 24 horas para recurrirla y obtener su paralización".
Soraya Sáenz de Santamaría ha lanzado esta advertencia a Efe tras la presentación en Cataluña de la ley de referéndum. "La Generalitat puede pasarse 30 días explicando la ley del referéndum o la de transitoriedad jurídica y puede decir que en 48 horas puede declarar la independencia, pero una cosa está clara: el Estado ha demostrado que le bastan 24 horas para recurrir esas leyes y obtener su paralización", ha avisado.
Para la 'número dos' del Gobierno, la estrategia de la Generalitat ya es muy repetitiva y consiste en hacer un anuncio cada día en un escenario distinto "de un referéndum que no se atreven a firmar y además no saben cómo van a organizar". Santamaría ha recalcado que organizar un referéndum no es hacer un borrador de una ley, que sería algo "relativamente fácil". Lo primero es algo "totalmente distinto" y cree que hablar de garantías cuando se están saltando la democracia en Cataluña es "una provocación".
La Fiscalía no actúa
En Cataluña, el Ejecutivo regional ha optado por hacer caso omiso a las advertencias del Ejecutivo y continuar con sus planes independentistas. El martes por la mañana presentó la ley del referéndum de autodeterminación en el Parlament y, por la tarde, en el Teatre Nacional. Se trata del penúltimo desafío lanzado por Puigdemont y los suyos de cara a proclamar la República Catalana tras el resultado del referéndum, si es que se llega a celebrar y les es favorable.
A pesar de esta clara declaración de intenciones, la Fiscalía no actuará contra el proyecto de ley con el que el Govern quiere poner en marcha su referéndum ya que hasta que las actuaciones no sean actos con efectos jurídicos no tomarían ninguna medida. El anuncio de la ley es, sostienen fuentes del Ministerio Público, "una declaración política más que no tiene ningún efecto jurídico".
Tampoco creen en la Fiscalía que pueda aplicarse el artículo 548 del Código Penal, relativo al delito de sedición, puesto que para que así fuera debería haber un alzamiento "público y tumultuario" que no se da en este caso.
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha advertido de que esta ley es "manifiestamente antidemocrática" y se ha mostrado convencido de que no entrará en vigor. "No hay democracia al margen de la ley y de la Constitución", ha lamentado Catalá frente a la "deriva profundamente autoritaria y antidemocrática" que, a su juicio, impulsan JxS y la CUP en Cataluña, donde "parece que son las minorías las que gobiernan", en alusión a los anticapitalistas.
Ante el Congreso
La oferta que mantiene en pie el Gobierno de Rajoy a Puigdemont sigue siendo que viaje a Madrid para presentar en el Congreso de los Diputados su proyecto para Cataluña. La única condición es que deberá ser votado en el hemiciclo; así lo indica la presidenta del Congreso, Ana Pastor, en la misiva que envió al president como respuesta a su solicitud de acudir al Parlamento nacional. Puigdemont no admite esa condición.
Rajoy inaugura este miércoles unas jornadas en el Cámara de Comercio de España y ahí se espera que lance un mensaje claro y contundente contra los independentistas al estilo del que envió el día que el diario El País publicó el borrador de la ley de transitoriedad catalana.
El presidente del Gobierno aprovechó el Comité Ejecutivo Nacional para comparecer y advertir a los dirigentes secesionistas que no consentirá una maniobra que calificó como "disparate desde todos los puntos de vista" y "delirio jurídico".