"El patriotismo que se demuestra en otros lugares deja en evidencia lo que se vive aquí". El sentimiento de los familiares de las víctimas del accidente del Yakovlev 42 es agridulce estos días. Los allegados de los 62 militares fallecidos en la mayor catástrofe sufrida por las Fuerzas Armadas españolas en misión de paz, en mayo de 2003, se emocionan al saber que el Ejército norteamericano honra a sus seres queridos. Pero no pueden olvidar que, en su país, "están tratando de enterrarnos vivos".
María Paz Fernández, viuda del comandante Ripollés, es taxativa en declaraciones a EL ESPAÑOL. "El Gobierno está martirizándonos a los familiares. Vivimos una situación sumamente surrealista". Un soldado español, de visita en la Base Aérea de Gancí (Afganistán), tomó la foto a la placa y la hizo llegar a las familias. Después circuló por las redes.
"En memoria de nuestros camaradas españoles caídos. Nunca seréis olvidados", reza el distintivo, de mármol. "Sabemos que detrás de cada una de las desafortunadas pérdidas descansan los corazones, almas y mentes de los valientes hombres que amaban y creían sin cuestiones en su país. Para ellos, enviamos nuestro amor. Vayan con Dios".
Un reconocimiento merecido
Fernández relata que "desde el primer momento, el Ministerio [de Defensa] ha querido taparlo todo; todo lo que se conoce es por los investigadores que nosotros hemos contratado". Por eso, por la oscuridad en la que han vivido todos estos años, se conmueven al pensar en que los colegas americanos de sus familiares sí les tengan presentes. "Es muy emocionante que alguien los recuerde y honre. Lo merecían y su propio país los despreció hasta el infinito".
Paco Agulló, hermano del cabo primero Vicente Agulló, coincide. "Es muy conmovedor. Nos emociona que los americanos recuerden la tragedia". Ambos Ejércitos han compartido momentos en las misiones, en las bases. "Mi hermano nos contaba anécdotas con los americanos, mantenían una relación muy buena".
En España, en cambio, no se sienten reconfortados institucionalmente. Quizás porque nunca tuvieron un verdadero homenaje. "No pueden darnos ningún tipo de honor sin depurar responsabilidades, sin verdaderos responsables", cuenta Agulló. "¿Tú aceptarías un reconocimiento de quienes te han maltratado?".
El Estado no les indemnizará
Todavía sobrevuela el rechazo de la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, al recurso de víctimas por el que pedían indemnizaciones al Estado. La Adminsitración rechazó pagar 50.000 euros a las viudas y 25.000 euros a los huérfanos. Una parte de los familiares habían reclamado estas cantidades para paliar los gastos derivados de 14 años de lucha en los tribunales.
Las familias están indignadas. "Lo único que han hecho es robar, robar y robar. Sólo quieren también quitarnos la paz y el dinero que nos merecemos", cuenta Fernández. Pero tampoco se asombran. "¿Qué podíamos esperar de una Administración que reconoce su culpa pero desmenuza las 62 muertes?", se pregunta Agulló.
"Necesitamos verdad y justicia. Solo después podría caber un reconocimiento del Estado", afirma el hermano del cabo primero Agulló. El primer ingrediente ya lo tienen. El resto está por ver. De momento, el Ejército de Estados Unidos sí honra sus memorias.