La oposición en Cataluña cree que la Generalitat convocará el referéndum del 1-O en torno al 6 de septiembre, en vísperas de la Diada. Cuando el Parlament dé el paso, el Gobierno recurrirá a los tribunales. El independentismo, dicen, tratará de agitar la calle contra la prohibición y convertir la Diada -que se celebra el 11 de septiembre- y los días posteriores en una movilización continua.
El calendario del desafío separatista se comprime. El presidente Carles Puigdemont ha puesto fecha al referéndum, ha presentado el borrador de las llamadas leyes de la desconexión y ha anunciado la compra de urnas. Pero hasta ahora han sido anuncios. No hay una sola ley o disposición autonómica que las ampare.
Fuentes de varios grupos de la oposición en Cataluña dan por hecho que el objetivo del independentismo es tensionar al máximo el proceso, pese a que, dicen, el propio Puigdemont sabe que está condenado al fracaso.
Agitar la calle
El Parlament ha habilitado las dos últimas semanas de agosto. Los grupos creen que lo más factible es que se utilice el final del verano para dar los últimos retoques a las leyes de la ruptura. Y que el Pleno que las apruebe se celebre la primera semana de septiembre. El Gobierno ha dejado claro que no permitirá el referéndum. Y el independentismo aspira a desafiar esa prohibición en la calle. En la oposición esperan varias jornadas de protestas. Algunos partidos creen que Puigdemont puede permitir a la CUP liderar las movilizaciones.
“Está claro que quieren aprovechar la Diada”, dicen estas fuentes. “Y tensionar todo lo que se pueda. Su objetivo es una especie de protesta continúa en la calle que arranque el 11 de septiembre, pero que no tenga fecha de finalización”.
La Asamblea Nacional Catalana (ANC), que ha organizado las manifestaciones multitudinarias de la Diada en los últimos años, presentó hace unas semanas la movilización de este año bajo el lema La Diada del Sí. El presidente de la ANC, Jordi Sánchez, ya advirtió que buena parte del éxito del proceso se juega el 11 de septiembre.
“Tiene que ser la Diada decisiva para derrotar a un Estado que no acepta las urnas como testimonio. Tenemos que ser conscientes de que sin un éxito pleno de la Diada no ganaremos el referéndum”, dijo Sánchez, que llamó a “desbordar” Barcelona.
No entrar al juego
Hace tiempo que la oposición catalana, también el Gobierno, ha decidido no entrar al juego de anuncios de la Generalitat. “Lo que ellos quieren es que perdamos la calma o que les amenacemos… Es justo lo que no hay que hacer”, explican. “En España tenemos unas leyes. Los que incumplan deberán responder ante la Justicia como cualquier ciudadano”.
Hasta el momento, Ciudadanos, PSC, Catalunya Sí que es Pot y PP han coincidido en su rechazo al referéndum unilateral, pero difieren en la manera de dar salida al conflicto catalán. Todos creen, eso sí, que Puigdemont es un presidente amortizado y que habrá elecciones autonómicas, probablemente a principios de 2018. Y que no se reeditará el pacto entre ERC y el PDeCAT
La líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, lleva meses reclamando elecciones. El PSC ofreció recientemente algunas soluciones, como la reforma de la Constitución para encajar las aspiraciones nacionales de Cataluña. Podemos y sus socios de Catalunya en Comú piden un referéndum vinculante y pactado con el Estado.