Los convocantes de la concentración de este mediodía frente a la Embajada de España en Washington para protestar contra la destitución del ya excónsul Enrique Sardá Valls, por sus polémicos comentarios en Facebook sobre Susana Díaz en un supuesto acento andaluz, sabían que no lograrían una asistencia multitudinaria -"la gente está trabajando", argumentaban-, pero querían dejar constancia de su desacuerdo con la decisión adoptada por el Ministerio de Asuntos Exteriores.
No han sido más que una docena de españoles, catalanes y andaluces incluidos, los miembros de la colonia patria en la capital de Estados Unidos que se han desplazado frente a la sede de la legación para plantar sus carteles en la puerta del edificio de oficinas de la avenida de Pensilvania. Allí, han explicado a quien se ha interesado el motivo de su queja y han denunciado que "en España cada vez hay menos libertad de expresión" ante la mirada de los numerosos transeúntes -el acto ha tenido lugar durante la hora del lunch en pleno centro de la ciudad-.
"Un ataque contra la libertad de expresión"
Esther Villarino es la responsable de la convocatoria, difundida a través de las redes sociales. Natural de Barcelona, lleva en EE.UU. desde 1999 y asegura que nunca ha vivido algo así. "Es un ataque contra la libertad de expresión perpetrado en solo 24 horas y sin ni siquiera darle la posibilidad de defenderse. Es increíble lo rápido que lo han echado con lo que tardan en arreglar nuestros problemas aquí. Sin investigarlo y sin pararse a analizarlo han cesado al diplomático que más ha hecho por la comunidad española en DC".
En su opinión, "viendo las reacciones en las redes sociales, se puede ver que detrás del cese hay también un poco de catalanofobia y de homofobia. Lo primero por el problema que hay ahora mismo en Cataluña, y lo segundo porque hay gente muy conservadora y religiosa a la que no le gusta tener un cónsul así". No obstante, no todos los asistentes compartían esta opinión y apuntaban a que "hay razones que no se conocen".
La Policía de Washington ha estado presente durante toda la concentración, solicitando a los manifestantes que por favor se mantuvieron alejados de la puerta principal de la embajada. Mientras, desde los pisos altos del edificio, se podía ver cómo algunos trabajadores y diplomáticos curioseaban por las ventanas, aunque nadie ha salido a atender a los protestantes. "Es increíble que nos está ayudando más la policía de Washington DC que los trabajadores de nuestra embajada que pagamos con nuestros impuestos", comentaba indignada una de las asistentes.
"Se ha sacado de contexto su comentario"
Lidia Villalba es de Málaga, lleva once años en EE.UU. y tres de ellos aquí en Washington. "Me parece todo un disparate. A mí no me parece que lo que ha hecho sea para echarle así, y soy andaluza. Van a cargarse a un gran cónsul por algo que ha pasado en su ámbito privado", lamentaba. "Sé que esta decisión no tiene marcha atrás, pero por lo menos que quede constancia de que algunos lo apoyamos, que de 40 años de carrera no quede para siempre en Google sólo esto último que ha pasado".
Fernando Delgado es otro de los españoles que ha querido arropar a Enrique Sardá Valls, quien no estuvo presente en el acto. Natural de Lleida, lleva 25 años en EE.UU. "Se ha sacado de contexto su comentario y se ha tergiversado. Enrique era un cónsul atípico y no seguía las directrices del gobierno de turno". A su juicio, Washington necesita más diplomáticos que trabajen como él. "Desgraciadamente aquí suelen estar más pendientes del funcionario o el político que llega de Madrid que de la comunidad de españoles. Y Enrique no era así, sino que atendía y unía a la colonia. Han utilizado esto de Facebook para quitárselo de encima", critica.
A la concentración no se acercó ninguno de los miembros de la comunidad de españoles en EE.UU. que sí que se ha mostrado crítica con el comentario del cónsul, en el que parecía burlarse del acento andaluz y de Susana Díaz, y que de hecho había pedido su dimisión. Uno de ellos, desde Colorado, se había movilizado en redes sociales para demandar la salida del diplomático.
“Como andaluz residente aquí, y como yo mucho otros, nos sentimos tremendamente insultados por un señor al que nuestros impuestos le paga glamurosos eventos y copas en Washington DC mientras se ríe de nosotros. ¿Con qué credibilidad puede seguir ejerciendo de diplomático?”, comentaba a EL ESPAÑOL Vicente R. Jurado.
Por su parte, Enrique Sardá Valls comentaba hoy a EL ESPAÑOL que prefería no acudir a la concentración porque no le parecía "elegante" acudir a la protesta. Además, confiró que ya está preparando los trámites para volverse a España en las próximas semanas.