El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha subrayado este martes que "nadie" parará el referéndum del 1 de octubre, pese a la "agresión severa e inédita" del Gobierno del PP que ha remarcado que "no olvidará nunca", como tampoco los "silencios cómplices".
En un acto del PDeCAT en el Casino del Centre de L'Hospitalet, Puigdemont ha subrayado que quedan tres días de "campaña" antes del 1 de octubre -el sábado sería día de reflexión- y ha advertido de que "esto no lo para nadie".
Una proclama que ha lanzado después de que la Fiscalía Superior de Cataluña haya ordenado a los Mossos d'Esquadra precintar, antes del próximo sábado, las escuelas designadas para acoger las urnas del referéndum 1 de octubre e impedir que se pueda votar en la calle, en un "radio de seguridad" de 100 metros alrededor de esos centros.
El presidente catalán ha afirmado que en los últimos días "hemos visto cosas que no se veían desde la época de Franco" y ha señalado que "no olvidaremos nunca ni los silencios cómplices ni la colaboración necesaria para que el Gobierno del PP haya perpetrado una agresión severa e inédita a nuestras libertades".
En este sentido, Puigdemont ha alertado: "No nos dejaremos manosear por una formación política en la antípodas de la mejor tradición democrática de la UE".
"Fracasarán los que pretendan hacer callar a un pueblo"
También ha subrayado que "un Estado no puede obligar a sus ciudadanos a ser de una manera que no quieren ser, ni quitar libertades fundamentales" y ha augurado que "fracasarán" los que pretendan "hacer callar un pueblo no resignado ni rendido".
En un intento de movilizar el voto el próximo domingo, el presidente catalán ha alertado de que "quedarse en casa es dar una oportunidad a los que están recortando la democracia".
Puigdemont ha dicho que el Estado no tiene "argumentos" cuando opta por "el uso de la fuerza para recortar la democracia" y ha criticado que el Gobierno esté "persiguiendo referendos mientras no aloja refugiados".
En el acto del PDeCAT también ha intervenido la consellera de Gobernación, Meritxell Borràs, el alcalde de Molins de Rei (Barcelona), Joan Ramon Casals, y el líder local del partido, Jordi Monrós.