Tras la momentánea proclamación de la República catalana el pasado viernes muchos aspectos han quedado en el aire. Uno de ellos es el del papel de los parlamentarios catalanes secesionistas que, pese a afirmar que Cataluña es ya independiente de España, permanecerán en sus escaños del Congreso y del Senado.
En total son 33 parlamentarios de ERC y PDeCAT que, obviando la declaración de independencia, seguirán cobrando 286.370,27 euros mensuales por sus sueldos y las asignaciones a los grupos de las Cámaras. Esquerra Republicana tiene doce senadores y nueve diputados, mientras que el Partido Demócrata Europeo Catalán, la antigua Convergència, disfruta de cuatro senadores y ocho diputados.
Más de tres millones de euros al año
Los diputados del Congreso que residen fuera de Madrid cobran más de 4.600 al mes, pero además los grupos parlamentarios reciben 28.597,08 euros y 1.645 por diputado. Este es el caso de Esquerra que, en total, obtiene unos 85.563 euros mensuales. El PDeCAT perdió su grupo parlamentario en el Congreso en las últimas elecciones, por lo que tuvo que incorporarse al grupo mixto y recibe una cuantía menor que asciende a 54.722 euros.
En el Senado, las reglas son parecidas y ERC -con 12 senadores- recibe unos 114.677 euros al mes y el PDeCAT -con cuatro representantes- 31.407 euros. Cada senador se embolsa alrededor 4.600 euros al mes. En total, 146.084 euros mensuales. A las sumas de ambas Cámaras hay que añadirlos gastos de transportes o de comunicaciones -el ipad y el teléfono móvil-, así como los pluses por ejercer cargos en las diferentes comisiones.
ERC y PDeCAT reciben al año más de tres millones y medio de euros del bolsillo de todos los españoles. La (verdadera) independencia les saldría cara.
El precio de "volver a casa"
De momento, los políticos independentistas han dicho que no abandonarán sus escaños, aunque el lunes los diputados y senadores de ambas formaciones decidieron ausentarse de la reunión de la Comisión Mixta para las Relaciones con el Tribunal de Cuentas. Eso sí, justifican sus faltas por tener reuniones de sendos partidos en Barcelona, y no porque vayan a abandonar sus escaños, como les han reclamado desde diferentes sectores. De hecho, el portavoz de la Ejecutiva socialista, Óscar Puente, afirmó el lunes que los parlamentarios deberían dejar su escaño "por coherencia" con la declaración unilateral de independencia.
El diputado de ERC Gabriel Rufián, al ser interpelado por Twitter sobre una entrevista en el periódico Público en 2015 en la que afirmaba que dejaría su escaño el "mismo día" de la desconexión, ha manifestado que abandonará su asiento en el Congreso cuando se lo pida el Govern y su partido. Una posición que comparten sus compañeros de ERC y los del PDeCAT. "Cuando nos digan que volvamos, volveremos a casa", afirmó Joan Tardà la semana pasada.
Aunque no abandonen sus escaños, para algunos grupos parlamentarios la presencia de los diputados independentistas en el Congreso no está siendo la adecuada. El 20 de octubre, Ciudadanos pidió formalmente a la Cámara Baja que retirase el sueldo a los diputados de ERC y de la antigua Convergència por ausentarse de los plenos de forma reiterada. Cs denuncia que su presencia en el hemiciclo se ha reducido a las sesiones de control donde podían debatir de la situación en Cataluña, ausentándose del trabajo diario en las diferentes comisiones.
La semana pasada la Mesa del Congreso pidió un informe jurídico a los letrados de la Cámara para dictaminar si se podía sancionar económicamente a dichos diputados. "Hay grupos que han hecho manifestaciones públicas y notorias de declararse en una especie de rebeldía institucional en el Congreso que se traduce en incumplimientos profesionales de los diputados", afirmó el portavoz de Cs, Juan Carlos Girauta.
Hasta el momento, la declaración de independencia no ha influido en el bolsillo de los parlamentarios separatistas, que siguen cobrando de la vecina España una cantidad muy superior al sueldo medio del país.