El Gobierno ha recibido con un "optimismo moderado" el paso atrás de ERC con Carles Puigdemont y el cisma incipiente del separatismo. Pero no termina de fiarse. Fuentes de Moncloa consideran positivo que no se haya vulnerado la legalidad. Pero insisten en lo publicado por EL ESPAÑOL este martes: "No lo hemos visto todo". La investidura de Puigdemont, dicen, no esta formalmente desconvocada. Y el ex presidente ha advertido en un vídeo de que el "único candidato posible" es él.
La comparecencia del presidente del Parlament, Roger Torrent, sorprendió al presidente Mariano Rajoy finalizando su entrevista en Los Desayunos de TVE. En ese programa, Rajoy pedía un "candidato limpio" y advertía al presidente de la Cámara catalana de las consecuencias judiciales si incumplía la resolución del TC. Torrent anunciaba el aplazamiento de la sesión de investidura por sorpresa. El discurso estaba envuelto en la retórica independentista habitual, pero las palabras no escondían el fondo de la decisión: la cancelación del pleno.
Desconfianza hacia ERC
El Gobierno siente que ha salvado una primera bola de partido. Pero no da el encuentro por finalizado. Es cierto que parte del Ejecutivo vuelve a confiar en que los sectores más moderados del PDeCAT y ERC frenen la huida hacia delante del ex presidente. Pero también son conscientes de que en su momento creyeron que estos sectores pararían el 1-O y la declaración unilateral, y no lo hicieron.
La desconfianza es si cabe más evidente con ERC, partido al que pertenece Torrent. La operación diálogo del Gobierno fue un canal permanente de comunicación entre la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y el ex vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras. Esta operación saltó por los aires con los plenos de la desconexión los días 6 y 7 de septiembre en el Parlament. Y no hay diálogo posible desde entonces.
Torrent ha dejado la investidura en el aire, porque la ha aplazado pero sin desconvocar el pleno ni renunciar a la candidatura de Puigdemont. Hay un limbo legal sobre cómo quedan ahora los plazos y si el reloj está corriendo o no hacia una repetición electoral. En Moncloa, sin embargo, no se cuenta con regresar a las urnas. Y se da por hecho que el separatismo conseguirá ponerse de acuerdo.
Poco antes de las elecciones, y con las encuestas muy apretadas, Moncloa contaba con un escenario de bloqueo que le obligaría a prolongar el 155 al menos hasta abril. La incertidumbre del actual momento puede incluso prolongar ese plazo. El Gobierno gestiona la Generalitat desde hace tres meses, cuando el Consejo de Ministros, previo aval del Senado, cesó a Puigdemont y todo su Govern y asumió el control ejecutivo de Cataluña.
"Emanciparse" de Puigdemont
PSOE y Ciudadanos han coincidido en que el aplazamiento del pleno es una buena noticia, pero han criticado el empecinamiento de Torrent de mantener a Puigdemont como candidato a la investidura. El secretario General de los socialistas, Pedro Sánchez, ha pedido al separatismo que se "emancipen" de Puigdemont y gobiernen.
"Lo que estamos viendo es que el independentismo está renunciando a gobernar Cataluña. Y que antepone los intereses personales de un catalán prófugo a los intereses del conjunto de la sociedad catalana", ha dicho Sánchez.
Por su parte, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha dicho ante su grupo parlamentario que "España no se merece estar a la espera de si un señor aparece por debajo de una alcantarilla". "Se acabó el tiempo de Puigdemont y de la burla a la ley", ha afirmado.
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