Muchos en el PP miran hacia Galicia cuando se preguntan por la pócima mágica que necesitan los conservadores para frenar el auge imparable de Ciudadanos. Alberto Núñez Feijóo (Orense, 1961) es el único barón que gobierna con mayoría absoluta, un privilegio que lo coloca en el puesto de sucesor natural de Mariano Rajoy (Santiago de Compostela, 1955).
El presidente de la Xunta posee cualidades para liderar el PP nacional, pero el principal escollo que tiene que sortear para colocarse en la cúspide de su partido es que Rajoy no vuelva a optar a la reelección en 2020, algo poco probable después de los anuncios que éste viene realizando en sentido contrario, el último el pasado miércoles.
Todos los que le conocen aseguran que Feijóo siempre ha tenido madera de líder y que sus aspiraciones políticas no se sacian dirigiendo Galicia. Con una imagen más moderna que Rajoy -soltero, fue padre con más de 50 años, votó a Felipe en el 82-, ha demostrado ser un buen gestor del dinero público, ha logrado tres mayorías absolutas consecutivas y "ha dejado a Ciudadanos con cero diputados en Galicia", recuerda un alto cargo del partido conservador.
No volverá a presentarse en Galicia
Pero el propio Feijóo ha advertido que su compromiso con los gallegos terminará en 2020, el mismo año -si no hay adelanto electoral- en el que el PP tendrá que decidir si vuelve a repetir con Rajoy como candidato. Son precisamente las aspiraciones del presidente de Gobierno las que pueden acabar jubilando políticamente a Feijóo. Si ha de esperar hasta 2024 para ser candidato a la presidencia del Gobierno lo haría con 63 años.
Si la suerte vuelve a estar de parte de Rajoy y consigue agotar la legislatura, se presentaría por sexta vez a unas elecciones generales con 65 años. Enfrente tendría unos enemigos con veinte años de media más jóvenes que él. Pedro Sánchez llegaría a esa cita electoral con 48 años; Albert Rivera con 41 y Pablo Iglesias, con 42.
La estrategia que a día de hoy se mantiene intacta en Génova obligaría a los populares a saltarse a la generación que va inmediatamente detrás de Rajoy: Feijóo, Cristina Cifuentes, María Dolores de Cospedal... Hay que recordar, en cambio, que Rajoy encabezó por primera vez las listas de su partido a la Moncloa con 48 años.
¿Decisiones en contra del PP?
Que las pretensiones de Rajoy se cumplan todavía está por ver. Es cierto que el equipo más cercano al presidente se ha conjurado -"moriremos con Rajoy"-, pero ha sido el propio presidente de la Xunta quien ha puesto en duda que el presidente vaya a volver a presentarse. "Llegado el momento, le corresponderá decir qué es lo que quiere y qué es lo que se propone", aseguró esta semana en una entrevista radiofónica. "Habrá que ver el contenido y el alcance de lo que ha hecho el Gobierno, cuál es el ambiente electoral y las posibilidades que tengamos de gobernar. Nadie va a tomar ninguna decisión en contra del PP y de España", añadió.
Feijóo pidió a su partido autocrítica en un coloquio a primera hora de este lunes en Madrid delante de cuatro miembros del Gobierno: de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría; del ministro de Justicia, Rafael Catalá; de la ministra de Empleo, Fátima Báñez y de la de Sanidad, Dolors Montserrat. La plana mayor del PP acudió también a escuchar al eterno delfín, en los que muchos afiliados de a pie tienen puesta la esperanza para resucitar un partido que atraviesa sus horas más bajas.
El presidente de la Xunta mantuvo con Rajoy un encuentro privado en las fiestas de Navidad y le advirtió del riesgo del contagio del efecto Arrimadas. Es el único que se ha atrevido a pedir a su partido públicamente revisar la estrategia electoral para recuperar al votante perdido. Y no dudó en felicitar a Cs por los resultados que Inés Arrimadas obtuvo el 21-D.
Eso sí, para no generar problemas, excusó su asistencia a la Junta Directiva Nacional del PP donde se analizaron los pésimos resultados obtenidos en Cataluña, en el que ninguno de sus compañeros se atrevió a levantar la mano. Su problema es que se le puede estar pasando el arroz: cuando Albert Rivera nació, el presidente de la Xunta acababa de cumplir la mayoría de edad. Decir ahora si lo intentará en 2020 "es una pérdida de tiempo", aseguró el propio Feijóo el lunes en Madrid. Quizá cuando llegue el momento sea demasiado tarde.