El PNV ha propuesto este miércoles un Nuevo Estatus Político para Euskadi para conseguir una relación "bilateral" con el Estado de "naturaleza confederal", que tanto el PSE-EE como el PP rechazan y que incluso los populares ven que "desborda" la Constitución.
La ponencia del Parlamento Vasco creada para analizar la actualización del autogobierno ha mantenido hoy una reunión en Vitoria en la que los grupos han planteado sus propuestas de bases para reformar el Estatuto de Autonomía, el único de todas las comunidades que no ha sido reformado.
Hasta ahora solo se conocía el documento de EH Bildu, en el que propone un nuevo estatus político que dé a Euskadi más competencias, limite las del Estado y sea votado por la ciudadanía vasca.
La coalición reclama "el reconocimiento expreso al derecho a decidir" y un procedimiento concreto y eficaz para su "materialización efectiva".
El PNV ha presentado su planteamiento de Nuevo Estatus Político que "formalice una nueva forma de vinculación con el Estado español", articulada en "exclusiva a través de los derechos históricos que reconoce y ampara la disposición adicional primera de la Constitución" y que formalice una "relación singular y bilateral basada en el pacto" ambas partes.
Por ello, el texto articulado que propone el PNV sería "la formulación jurídico-positiva de un ejercicio pactado del derecho democrático de la ciudadanía vasca a decidir su estructura política y su régimen de convivencia".
Nuevo nombre para el País Vasco
El PNV ha llegado a proponer incluso varias posibilidades para denominar al nuevo sujeto político, como Comunidad Foral Vasca, Comunidad Nacional Vasca, Estado Autónomo Vasco y Estado Foral.
El portavoz de este grupo, Joseba Egibar, después de la reunión de la ponencia, ha dicho que el objetivo de su propuesta es "situar al autogobierno fuera del título octavo de la Constitución", el que determina la ordenación territorial del Estado.
José Antonio Pastor, portavoz parlamentario del PSE-EE, socio de gobierno del PNV, ha dicho que no ven "recorrido suficiente" a esta propuesta de los nacionalistas, ya que la disposición adicional de la Constitución "ratifica que la soberanía reside en el conjunto del pueblo español" y porque "la doctrina constitucional establece que desde un estatuto de autonomía no se puede modificar" la Carta Magna.
Los socialistas proponen que en el preámbulo del nuevo estatuto se identifique a Euskadi como "nacionalidad/nación" pero en el marco de la jurisprudencia constitucional, no como concepto de Estado.
Elkarrekin Podemos, que no ha opinado sobre la propuesta del PNV, ha defendido sacar del debate sobre el nuevo Estatuto el derecho a decidir y abordarlo en un foro paralelo que sirva para articular un pacto o ley de claridad, como la canadiense, en relación a la norma aprobada por el Parlamento de Canadá para regular las condiciones de un referéndum de secesión de Quebec.
El portavoz del PP en el Parlamento Vasco, Borja Sémper, ha considerado por su parte que las propuestas de los partidos nacionalistas "desbordan el ordenamiento constitucional" y pretenden que "España y las leyes españolas dejen de tener vigencia en Euskadi".
Ha reclamado al lehendakari, Iñigo Urkullu, que "intervenga y pare este despropósito" que, ha considerado, tiene el mismo cariz que el proceso soberanista de Cataluña.
La portavoz de EH Bildu, Maddalen Iriarte, ha acogido con "optimismo" la propuesta del PNV, aunque ha advertido de que no quieren ver en este partido "pasos atrás en sus posiciones sobre el derecho a decidir".
La ponencia, que se volverá a reunir el 21 de febrero, ha encargado a su coordinadora, Jone Berriozabal (PNV), la elaboración de un documento con las coincidencias y los disensos de los partidos para posteriormente proseguir el debate, previo a encargar a unos expertos la redacción de un texto articulado de nuevo estatuto.