Mariano Rajoy quiere que en Cataluña se forme cuanto antes un gobierno para que el artículo 155 por fin decaiga y pueda aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2018 que todavía no tiene del todo atados. El mensaje oficial del Gobierno para no pedir al Tribunal Constitucional que impugne la investidura de Quim Torra es que se actuará siempre y cuando el futuro presidente de la Generalitat actúe fuera de la legalidad. Sin embargo, el Partido Nacionalista Vasco se resiste a darle su apoyo hasta que el Gobierno levante la intervención en Cataluña.
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha pedido esta semana al jefe del Ejecutivo endurecer aún más la intervención a la Generalitat, sobre todo después de conocer que Carles Puigdemont ha designado a Quim Torra como sucesor para continuar por la senda de la ilegalidad. El líder catalán fue más allá y pidió a PP y PSOE prorrogar la aplicación del artículo 155 hasta garantizar que se respete la Constitución: "Creemos que la investidura se puede impedir si Rajoy lo lleva al Constitucional. Se suspende el debate y forzaría a Comín y a Puigdemont a dejar de cobrar dinero público", pidió sin éxito el líder de Cs.
El PP de Cataluña presentó un recurso ante el Alto Tribunal contra los acuerdos de la Mesa del Parlament en los que se admitía la delegación de voto de los diputados fugados Puigdemont y Comín. El Constitucional lo admitió a trámite por unanimidad. Pero ahora el Gobierno ha optado por dejar que el independentismo elija a Torra presidente y levantar la intervención de Cataluña.
"Altura de miras"
El Ejecutivo se ha dedicado a criticar a Rivera, "cada día dice una cosa diferente", para dejar que se celebre una sesión de investidura y poner punto final a la aplicación del 155. La diputada del PP de Cataluña, Andrea Levy, también atacó a Cs y pidió a Rivera "altura de miras" y "de país: torpedear el bloque constitucionalista debilita a aquellos que apostamos por el Estado de Derecho y la democracia en Cataluña. Es hacerle el juego al independentismo".
En el PP no se olvidan que Ciudadanos ganó las elecciones del 20 de diciembre en Cataluña y temen que este endurecimiento en la posición con respecto al independentismo se traduzca en "más votos" para Albert Rivera. Por eso ahora pretenden hacerle el vacío y colocarlo en el ala más radical. El mensaje que trasladan es que es el Gobierno el que ha dado "serias muestras de que actúa con firmeza" y señala a su rival más fuerte como el que "siempre se arrima al sol que más calienta".
"Llamaré a Rajoy"
Antes de saber el nombre que designaría Puigdemont para sucederle, Mariano Rajoy confesó en una entrevista televisiva que estaba dispuesto a abrir un nuevo cauce de diálogo con el futuro presidente de la Generalitat. Este viernes, Quim Torra ha asegurado que el día que sea investido "llamaré a Rajoy para que nos veamos cuando quiera". Fuentes del Ejecutivo no han querido valorar esta declaración porque, insisten, primero "tiene que sacar adelante" la investidura.
Tras el consejo de ministros del viernes, el portavoz gubernamental, Íñigo Méndez de Vigo recordó que "no sabemos qué va a decir" para no acusarle ya de seguir por el camino dictado por Puigdemont. "He oído que Torra fue vendedor de seguros. Seguro que valora perfectamente el riesgo de las cosas que dice y hace", advirtió desde Moncloa el portavoz. El Gobierno seguirá con detenimiento la sesión de investidura y advierte de que actuarán "de la misma forma" si percibe alguna ilegalidad.