El presidente del Gobierno se ha revuelto en su escaño cuando ha escuchado de la boca de Pedro Sánchez que mantendrá los Presupuestos Generales del Estado que el propio Mariano Rajoy sacó adelante la semana pasada. Es el guiño con el que los socialistas pretenden retener el apoyo del PNV para sacar adelante una moción que el propio jefe del Ejecutivo intuye también que puede salir adelante. "Ya sabemos cómo va esto de las votaciones. Piensen lo que van a hacer", dijo a los 350 diputados presentes en el Hemiciclo.
El jefe del Ejecutivo se burló de que este sea el "único punto del programa" de Pedro Sánchez y criticó desde la tribuna cómo se opusieron a ellos "con entusiasmo. Era un no de los del no es no", provocando el aplauso unánime de la bancada azul.
También los diputados de la formación morada se rieron cuando el presidente del Gobierno se mofaba de esta medida de Sánchez. Una sonrisa que se les borró de un plumazo cuando Rajoy les afeó que "se lo comerán con patatas" también ellos que votaron en contra de estos Presupuestos y apuntalarán al socialista para que llegue a La Moncloa.
"Son los Presupuestos de las migajas sociales, de la estafa, que consolidan la extrema desigualdad y la precariedad", esgrimió Rajoy para ridiculizar a los de Pablo Iglesias. "Si al final nos va a ir bien a Cs, a nosotros, a Coalición Canaria y al PNV, que somos los que votamos los Presupuestos". Todo el Parlamento rió menos los cinco diputados peneuvistas, que no dejan de hablar por teléfono y mandar mensajes mientras escuchan las ofertas de unos y de otros para que la balanza se incline hacia un lado o hacia otro.
"La corrupción o yo. Aquí han situado a la inmensa mayoría de los diputados de esta Cámara y la decisión la tienen ustedes". Rajoy apeló al sentimiento de Estado de los diputados para denegar su confianza a Pedro Sánchez. "Nunca ha hablado claro sobre nada", afeó el presidente del Gobierno a su rival.