El nombramiento de Margarita Robles, Josep Borrell y Fernando Grande-Marlaska en tres ministerios clave del nuevo Gobierno socialista lanza al separatismo el mensaje de que no es esperable un cambio de línea para hacer concesiones al separatismo catalán.
Así se desprende de la trayectoria de los nuevos titulares de Defensa, Exteriores e Interior, unos departamentos muy relacionados con el conflicto independentista.
De Defensa dependerá el Centro Nacional de Inteligencia; de Exteriores, la posición europea sobre la secesión catalana y la imagen del independentismo fuera de España, y de Interior dependen los equipos de investigación al servicio de los jueces, la relación con los Mossos d'Esquadra y la política penitenciaria de los exconsejeros de Puigdemont encarcelados en prisiones madrileñas.
Discurso de Borrell en la manifestación de Barcelona
La personalidad de los nuevos ministros no ofrece dudas sobre su implicación en la defensa de los valores constitucionales. Margarita Robles ha sido juez del Tribunal Supremo y conoce muy bien Cataluña, donde estuvo destinada buena parte de su carrera judicial. Fernando Grande-Marlaska, destinado desde 2004 en la Audiencia Nacional, ha sido uno de los jueces más comprometidos contra el separatismo vasco.
El 155
El catalán Borrell, por su parte, fue uno de los iconos de las manifestaciones celebradas en 2017 en Barcelona contra el independentismo y a favor de la unidad de España. En esas multitudinarias concentraciones, el ex presidente del Parlamento europeo lanzó mensajes calificando a los independentista de "totalitarios" y defendiendo la aplicación del artículo 155 de la Constitución. “Si se hubiese declarado la independencia, muchos de los que estáis aquí, acabaríais en el paro. El 155 lo ha impedido”, declaró. También pidió a la Justicia que "actúe pronto" contra "los que están haciendo daño a la gente".
El pasado 5 de abril, en un acto celebrado en Madrid para presentar el último libro de la jurista Teresa Freixes 155: los días que estremecieron a Cataluña, Borrell manifestó que era preciso ganar "la batalla de la comunicación" con la explicación de los hechos que ocurren en Cataluña a la opinión pública internacional. Ahora, desde el Ministerio de Exteriores, tendrá una plataforma inmmejorable.