El Partido Popular ejerce ya como oposición aunque su líder, Mariano Rajoy, se ausentó del Parlamento durante el primer pleno ordinario de la era Sánchez. El expresidente del Gobierno pisó por última vez el Congreso de los Diputados el viernes 1 de junio, el día que la Cámara le retiró su confianza y salió ya de allí en condición de exjefe del Ejecutivo. Según su entorno más cercano, entre sus planes más inmediatos no está previsto ejercer como líder de la oposición.
Cuando perdió el Gobierno, Rajoy tardó cuatro días en aparecer ante la opinión pública. Fue en el Comité Ejecutivo Nacional, donde anunció su retirada inmediata de la política. El líder del PP quiere abandonar la primera línea política lo antes posible, pero ha impuesto al partido no mover ni un milímetro las costuras del Partido Popular en este breve período de transición. El presidente del PP no quiere que ningún gesto pueda ser interpretado como un guiño hacia un hipotético sustituto y ha optado por aplicarse a sí mismo esta receta: no renunciará a su escaño hasta después del congreso extraordinario del PP del que saldrá el nombre de su sucesor.
Fuentes cercanas al expresidente del Gobierno aseguran que Mariano Rajoy no tiene ninguna intención de enfrentarse a Pedro Sánchez y que lo más probable es que renuncie a su escaño inmediatamente después de dejar de ser presidente del Partido Popular. Una vez que ya haya cedido el sillón presidencial del partido y renuncie a su escaño, Rajoy (63 años) tiene dos opciones: ingresar en el Consejo de Estado, donde le corresponde una plaza vitalicia en su condición de expresidente del Gobierno, o reingresar en la plaza de registrador de la propiedad en Santa Pola (Alicante).
Tras anunciar su retirada de la política, Rajoy se ha dejado ver a cuentagotas. Tan solo ha acudido dos veces a Génova: una para convocar a su Comité Ejecutivo Nacional y anunciarles su retirada y otra en la Junta Directiva Nacional para dar la fecha del congreso del que saldrá su sucesor: los días 20 y 21 de junio. Estos días en los que su agenda gubernamental se ha vaciado también ha aprovechado para almorzar con parte de su equipo más cercano tanto en Moncloa como en el PP y despedirse.
Mientras tanto, en el Congreso de los Diputados se ha trabajado a marchas forzadas para acondicionar las instalaciones y otorgar al PSOE la condición de partido de Gobierno que hasta hace dos semanas correspondía al PP. El despacho oficial de Mariano Rajoy es, desde hace una semana, el que ocupaba Margarita Robles, que pasa a ocupar un despacho de la parte que el Parlamento reserva para el Gobierno.
Presidente de honor del PP
El Partido Popular estudiará también la opción de que Mariano Rajoy se convierta en presidente de honor del Partido Popular una vez que deje de ser presidente. Es el cargo que ocupó José María Aznar hasta diciembre de 2016. El exlíder del PP se distanció tanto de su sucesor que decidió comunicarle esta decisión por carta. Desde entonces, el puesto está vacante e importantes sectores del partido ven con buenos ojos que lo ocupe el todavía presidente.
Rajoy no valoró la opción de dar un paso atrás definitivo hasta que no prosperó la moción de censura. El expresidente del Gobierno lleva años aguantando la presión de los sucesivos casos de corrupción que explotaban en su partido. La decisión de no dimitir antes de que prosperara la moción que elevó a Pedro Sánchez hasta el Palacio de la Moncloa la tomó precisamente para que no fuese interpretado como una aceptación de culpa tra la sentencia de Gürtel.
Nueva vida
Una vez perdido el Gobierno, el líder del PP sondeó con su círculo más íntimo su decisión irrevocable de dejar para siempre la primera línea política. Fue su mujer Viri quien le animó a dar el paso atrás definitivo y empezar una nueva vida. Su obsesión ahora es evitar por todos los medios que durante este período de transición se desate una guerra civil en el Partido Popular por quedarse con su puesto.