Con Ciudadanos y Fernando Savater ocurre como con las portadas de los diarios deportivos en verano. El filósofo se deja querer, se arrima al cartel y participa en un mitin. El electorado naranja lo da por hecho, también sus adversarios, pero se cierra el mercado y… el fichaje se evapora.
La tarde de este viernes ha sido una de esas en las que Savater muestra su preferencia por Rivera y se dibuja al borde de la papeleta de Cs. Ha vuelto a compartir escenario con el presidente de los de centro en lo que ha resultado el plato fuerte de la escuela de verano ciudadana, celebrada en Madrid este fin de semana en una nave de la estación de Chamartín.
Cuando Rivera, ya sobre el micrófono, ha celebrado la participación de los “intelectuales” en su proyecto, el profesor de San Sebastián ha sonreído como ese jugador que responde: “En este equipo estaría muy a gusto, cuentan con buenos jugadores, me convence su entrenador…”. Rivera y Savater han entrado juntos y se han ido… juntos. Por el camino, un miembro de la Ejecutiva de Ciudadanos despejaba: “También es muy positivo que gente de la talla de Fernando nos apoye desde fuera. No todos tienen que estar esperando a rematar en la línea de gol”.
El discurso que han compartido, cada uno a su manera, ha orbitado en torno al nacionalismo y el populismo, tachados por ambos como “los principales males de Europa”.
"La mitología de los territorios ha secuestrado el debate"
Con gafas naranjas, por si alguien le quedaba alguna duda de la simpatía que les une, Savater comenzaba: “La ciudadanía implica que todos somos libres e iguales. Claro que el ciudadano tiene derecho a decidir, pero no a decidir quién decide y quién no”. Con esta suerte de trabalenguas, el autor de Ética para Amador ha enarbolado: “La aceptación de una ley igual para todos funda la libertad democrática. Lo carnal, y lo estético, que puede llegar a ser lo más importante de nuestra vida, no configura la ciudadanía. Lo que pasa es que a nadie le interesa hablar de esto. La mitología de los territorios ha secuestrado el debate”.
Rivera ha puesto sobre la pista de aterrizaje los conceptos de Savater: “La filosofía es acción, forma parte del debate político”. El candidato naranja ha sacado brillo a una de sus últimas propuestas en el Congreso: la tarjeta sanitaria única. El proyecto fue tumbado por PSOE, Podemos y los nacionalistas. “Es un claro ejemplo. Prefirieron mantener las competencias de las Comunidades autónomas a garantizar la igualdad de derechos entre todos los españoles”, ha aseverado.
Savater, siempre frente a ese nacionalismo que ahora combate Ciudadanos en el Congreso, ha recriminado a las fuerzas separatistas concebirse como “dinosaurios invencibles ante el diluvio universal”. En lo que ha supuesto un aviso a las organizaciones y plataformas que combaten el ansia independentista, ha dicho: “El problema llega cuando los no nacionalistas emplean el mismo lenguaje que los nacionalistas. Pierden porque ellos se manejan con más soltura”. Rivera ha asentido: “Si juegas con sus reglas, siempre pierdes”.
El debate en Europa
A continuación, y recién llegado de Bruselas, Rivera ha puesto sobre la mesa los dilemas de la Unión: “El debate en Europa es ese”. Antes de reunirse con las autoridades continentales, Rivera apostó por una política común de cara a la inmigración. Selló el compromiso de España, pero pidió “ayuda” a los países comunitarios que no sufren tanta presión migratoria. Savater, en esa misma línea, ha respondido: “Precisamente por eso, los inmigrantes que vienen no lo hacen simplemente en busca de trabajo, sino de derechos”.
Para centrar el debate en España, Savater ha empleado un texto de Larra: “Un amigo suyo fue detenido en Navarra y le dijeron que Madrid se había sublevado contra Vitoria. ¿Veis? No ha cambiado nada. Si Pío Baroja levantara la cabeza, no se llevaría ninguna sorpresa. Ya vio todo esto”.
En este sentido, Rivera ha criticado entre líneas a Pedro Sánchez por hacer concesiones a los nacionalistas a cambio del apoyo que le prestaron para alcanzar la presidencia. También ha llamado a una acción más enérgica del Estado: “Si solo nos despertamos cuando nos dan el golpe, siempre llegaremos tarde”.
Savater volvía a utilizar una anécdota histórica para lanzar un dardo contra los separatistas: “Cuando Casanova dio la vuelta a Europa y paró en España, se topó con unas listas incrustadas en las paredes. Le explicaron que eran los nombres de quienes no cumplían con el precepto pascual”. Un extremo que, en palabras del filósofo, ya se repite en Cataluña.
El escritor guipuzcoano, que acumula indignación siempre que habla de nacionalismo, ha concluido: “¡España es el único país que conozco en el que cumplir las leyes es opcional!”. Político y filósofo han abandonado la sala igual que han entrado: entre aplausos y hombro a hombro. Un viernes más: Savater fichado por Ciudadanos o el sueño de una noche de verano.