Jueves histórico para el Partido Popular. Los 66.706 militantes que se inscribieron en el censo están llamados a votar entre las 9.30 y las 20.30 al futuro presidente del partido. Las dos favoritas para hacerse con el poder son Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal. Pablo Casado podría dar la sorpresa si consigue que los afiliados respalden su candidatura. La gran incógnita es a quién apoyará Mariano Rajoy si decide viajar hasta Pontevedra para votar en la sede donde se afilió, como marcan las reglas del juego. El barón gallego, Alberto Núñez-Feijóo, tampoco ha hecho pública su candidatura favorita. Pero estos silencios, como el del 'número tres' del partido, Fernando Martínez-Maillo, son las grandes excepciones. Hay otrospesos pesados del partido que han decidido mojarse y hacer campaña por su candidato. Pase lo que pase este jueves.
La secretaria general del PP es la que más apoyos ha despertado entre los barones del partido. Cospedal cerró campaña en su tierra, Toledo, y basó su campaña convenciendo a los militantes de que ella encarna los "valores esenciales" del PP. A su lado ha estado los exministros Dolors Montserrat, Isabel García Tejerina, Juan Ignacio Zoido y Rafael Catalá, que no han dudado en visitar sedes de distintas provincias para explicar su proyecto.
La exministra de Defensa también contó con el respaldo público del barón madrileño, Ángel Garrido, del extremeño José Antonio Monago, de la asturiana Mercedes Fernández, del expresidente del Congreso, Jesús Posada y de la diputada catalana Alicia Sánchez-Camacho. En Castilla-La Mancha arrasa en todas las provincias.
Contra Pedro Sánchez
La exvicepresidenta se presentó con su experiencia de Gobierno como aval ante la militancia. Santamaría ha intentado sacudirse el complejo de ser una 'candidata del aparato' y ha insistido mucho en que las funciones que le ha encomendado Rajoy han sido siempre labores del Ejecutivo. Y se presenta como la única que podrá sacar a Pedro Sánchez de La Moncloa.
La candidata cuenta con el respaldo unánime de otro grupo de exministros: Fátima Báñez, Íñigo Méndez de Vigo, Íñigo de la Serna y Álvaro Nadal. Santamaría también sumó a su candidatura el apoyo de quien fuera jefe de gabinete de Rajoy, José Luis Ayllón, del barón andaluz Juanma Moreno y del Vasco, Alfonso Alonso. En Andalucía, donde Moreno trabaja incansablemente por su candidatura, cuenta con el beneplácito del histórico Javier Arenas, enemigo íntimo de Cospedal. Los líderes vascos Iñaki Oyarzábal y Borja Sémper también se han mostrado a favor de su candidatura aunque otro de los nombres más potentes en el PP del País Vasco, Javier Maroto, apoya sin fisuras a su compañero y amigo Pablo Casado.
La candidatura más temida
Todos miran de reojo los pasos que va dando el vicesecretario de Comunicación, la candidatura más temida. Por impredecible y por encarnar la ilusión por el cambio real. Casado, el candidato con menos apoyos del aparato, recibió el respaldo de la vicesecretaria del PP Andrea Levy, de la madrileña Isabel Díaz Ayuso; de los diputados José Ignacio Echániz, Teodoro García Egea y Belén Hoyo y de quien fuera director general de la Policía, Ignacio Cosidó. El cierre de campaña incorporó a sus filas a un militante de excepción: Manuel Pizarro.
Casado ha sido el candidato más rebelde en estas primarias. Ha denunciado públicamente presiones de sus rivales a militantes de sus feudos para que no acudiesen a sus mítines y cree que detrás de la filtración de sus dudosos estudios está la mano negra de un contrincante. El vicesecretario ha atacado duramente a sus rivales y no ha renegado en sus mítines de haber formado parte del aznarismo. El expresidente del Gobierno irrumpió en la recta final de la campaña, pero evitó brindar abiertamente su apoyo a uno de sus cachorros, quizá para no perjudicarle.
Los afines a Casado confían en recoger todo el voto desencantado del PP que piensan que tanto Santamaría como Cospedal son parte de lo mismo, del pasado, y que solo él puede afrontar el futuro con una regeneración de verdad. La Comunidad de Madrid, que aporta 9.944 inscritos, está a favor de su candidatura a pesar de que el presidente apoya pública y abiertamente a Cospedal. Qué pasará en esta jornada histórica sigue siendo un gran misterio. Que el voto sea secreto avala que los militantes voten con el corazón, pero el bajo número de inscripciones da alas a que ganen las candidatas del aparato. La única certeza que tienen los tres candidatos favoritos es que en esta primera votación solo pueden pasar dos.