Torra cumplimenta a los presos como a héroes y encabeza las manifestaciones para exigir su libertad
- "Este traslado no es ningún gesto político y en ningún caso forma parte de una negociación", ha remarcado Torra.
- Lledoners y Figueres: las cárceles cinco estrellas para los presos del 'procés'
Los seis primeros políticos independentistas presos duermen desde esta pasada noche en cárceles catalanas. Al poco de entrar en estos centros penitenciarios recibieron las visitas del presidente de la Generalitat, Quim Torra, y del Parlament, Roger Torrent, entre muestras populares de apoyo y grupos de manifestantes a las puertas de la prisión.
Tras las marchas y el encuentro mantenido con Torra y Torrent, el líder de ERC, Oriol Junqueras, afirmaba que desde la cárcel de Lledoners (Barcelona) escucha "con más claridad" a los independentistas que le han mostrado su apoyo a él y al resto de presos soberanistas.
"Pese al grosor de los muros, ahora os escucho con más claridad. ¡Sois imparables!", ha explicado a través de Twitter. En el mensaje también pide: "¡No os rindáis porque nosotros no lo haremos nunca!".
Junqueras:
— Oriol Junqueras 🎗️ (@junqueras) 4 de julio de 2018
“Malgrat el gruix dels murs, ara us escolto amb més claredat. Sou imparables! No us rendiu perquè nosaltres no ho farem mai!”
Junqueras y el resto de políticos catalanes presos (Raül Romeva, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart) han llegado a la cárcel de Lledoners (una de las más modernas de Cataluña) tras una parada técnica en la prisión de Brians-2. Como publicó EL ESPAÑOL, Lledoners cuenta con comodidades para los reos como piscina, canchas deportivas, etc. Por lo que es considerado un penal cinco estrellas.
Torra ha visitado en este centro penitenciario a los exconsellers apenas horas después de que hubieran ingresado allí para recibirles como si de héroes se tratara. El presidente catalán ha acudido a las puertas de la prisión para participar en la concentración de apoyo a los políticos independentistas, donde todo han sido elogios y alabanzas. Y ha aprovechado la ocasión para ensalzar el sentimiento secesionista catalán, presentando a los presos como víctimas.
Además, el presidente de la Generalitat también ha participado en la marcha convocada por la ANC, Òmnium Cultural y la Associació Catalana pels Drets Civils (ACpDC, que aglutina a los familiares de los encarcelados).
Al llegar la marcha a Lledoners, el vicepresidente de Òmnium Cultural, Marcel Mauri, ha pronunciado un discurso en relación a los políticos presos en el que ha dicho: "No os queremos cerca de casa, os queremos en casa".
Piden su puesta en libertad
Mauri también ha exigido al Gobierno central presidido por Pedro Sánchez que "inste a la Fiscalía a retirar todas las acusaciones contra los presos políticos y los exiliados".
"Esto sí empezaría a ser un gesto político", y ha recordado que en la manifestación prevista para el sábado 14 de julio la ciudadanía catalana seguirá diciendo basta y que sólo quiere la libertad, según ha recogido Europa Press.
Por su parte, Quim Torra y Roger Torrent han efectuado una comparecencia conjunta en la que han advertido de que el acercamiento de los reclusos no es ningún "gesto" del Gobierno y han avisado que "no pone fin a la injusticia" que están sufriendo, por lo que también han pedido su puesta en libertad.
"Este traslado no es ningún gesto político y en ningún caso forma parte de una negociación", ha remarcado Torra, quien ha garantizado que no dejará de trabajar "ni un minuto" para lograr "la plena libertad de los presos y las presas políticas" y la "anulación de su causa" judicial, en declaraciones recogidas por la agencia Efe.
Por otro lado, la expresidenta del Parlament Carme Forcadell y la exconsellera de Trabajo Dolors Bassa han llegado hacia las 16.15 horas a la cárcel de Puig de les Basses, en Figueres (Girona), en su caso tras ser conducidas directamente por la Guardia Civil desde la prisión de mujeres de Alcalá de Henares (Madrid).
Torrent se ha entrevistado allí con ambas presas, junto a las conselleras de Presidencia, Elsa Artadi, Cultura, Laura Borràs, y Trabajo, Chakir El Homrani.
Rull, Forn y Turull, en Madrid
De los nueve políticos independentistas presos preventivamente por rebelión únicamente permanecen encarcelados en Madrid los exconsellers de Presidencia Jordi Turull, de Interior Joaquim Forn y de Política Territorial Josep Rull, cuyo traslado al centro de Lledoners ya se está tramitando.
Sobre la llegada de los presos a cárceles catalanas, la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, ha afirmado que el ejecutivo de Sánchez "ha cumplido con la ley y con su obligación" de trasladarles a Cataluña.
"Estoy absolutamente convencida de que la Generalitat hará lo mismo con la gestión penitenciaria de los presos", ha añadido.
Precisamente, la consellera de Justicia, Ester Capella, ha insistido, en declaraciones a Efe, en que el traslado de los presos a Cataluña "no es ningún regalo ni concesión", sino el cumplimiento de la ley, y ha defendido que el acercamiento es la mejor opción, dentro de las "posibilidades" que hay.
"La opción era que siguieran en Madrid o trabajar insistentemente para que estén más cerca de casa y es lo que estamos materializando ahora", ha afirmado la consellera, que ha mostrado su indignación por el hecho de que se critiquen los "privilegios" que podrían tener los políticos presos: "¿Estar en prisión es un privilegio?", ha preguntado.
Comunicación con familiares
Tras su ingreso en cárceles catalanas, los seis políticos independentistas presos podrán tener comunicaciones con sus familiares en un plazo corto de tiempo, con un régimen de visitas muy parecido el que tenían en las prisiones madrileñas.
En relación con las comunicaciones en locutorio o a través de un cristal con familiares y amigos, dispondrán, como en Madrid, de 40 minutos a la semana, que se pueden distribuir en dos encuentros de 20 minutos, sábado y domingo, o en uno, también el fin de semana.
Los internos que tengan hijos de menos de diez años podrán mantener comunicaciones de convivencia, en la que asisten acompañados por un adulto, en visitas que serán de 90 minutos al mes, frente a las tres horas al trimestre que tenían en Madrid.