Mario Vargas Llosa y Albert Rivera se tutean. El nobel subió a un escenario naranja el pasado junio en Málaga y este jueves fue el presidente de Ciudadanos quien le brindó su colaboración. Solos sobre las tablas, clausuraron el Foro Atlántico de la Fundación para la Libertad, presidida por el escritor peruano. En el programa: nacionalismo y populismo, obsesiones en los libros de uno y en el argumentario del otro. "Caras de una misma moneda", abrevió Rivera. "Un anacronismo", afinó Vargas Llosa. "El sarampión de Europa", coincidieron.
A pesar de los trajes, la luz baja y el envoltorio solemne de la ponencia, político y novelista se interrumpieron con algún que otro chascarrillo. Cuando Rivera frunció el ceño y se afanó en explicar los "peligros" que entraña el Gobierno de Quim Torra, el novelista apostilló: "Si para él los españoles sois bestias taradas, ¿qué seremos los latinoamericanos?". Un detalle que arrancó la carcajada de buena parte del público y también la del propio Rivera.
Vargas Llosa jugaba en casa y, a modo de anfitrión, fue él quien entrevistó a Rivera durante buena parte de la conversación. El público congregó a rostros reconocidos del centro derecha, muchos de ellos eslabones desprendidos de los partidos tradicionales. El nobel trazó las diferencias entre el Ejecutivo de Rajoy y el de Sánchez en relación a Cataluña: "Ahora dicen que es posible una solución política, un diálogo más allá de los mecanismos jurídicos". Después alabó la misión de Josep Borrell, al que definió como la "garantía" para evitar el deseo separatista, y lamentó: "A los nacionalistas no se les aplaca con concesiones".
"Se están rearmando para dar otro golpe"
Un argumento que "compró" Rivera: "Yo lo he sufrido personal y familiarmente. No se les puede apaciguar. Ahora se están rearmando para dar otro golpe de Estado. Sólo queda vencerles con ideas y con votos". No es la primera vez que el líder de Ciudadanos se refiere a este debate como "predominantemente intelectual". De ahí que en los últimos meses haya procurado rodearse de su particular corte literaria, aunque sea, como en el caso de Vargas Llosa, sin un compromiso de militancia.
La semana pasada, Rivera compartió mitin con Fernando Savater, otro de los escritores más bregados en la "batalla contra el nacionalismo". Dos nombres soñados por los naranjas de cara a cualquier papeleta electoral, aunque un miembro de la Ejecutiva del partido cuenta a este diario: "Claro que son interesantes, un lujo, pero también es positivo que simpaticen desde fuera y mantengan su independencia. Eso aporta valor a la colaboración. No todos tienen que estar en el área para rematar a gol".
Aunque de forma menos afilada, el tema que más minutos acaparó fue Europa. Rivera sacó una sonrisa al escritor cuando aportó un ejemplo gráfico de la estigmatización que sufren las instituciones continentales en España: "Cuando una cosa está mal, la culpa es de Europa; pero si sale bien, se lo debemos al alcalde o el presidente del Gobierno".
A juicio del candidato de Ciudadanos, "Europa es el mejor invento del siglo, pero ahora incluso ese espacio común está en peligro por el rebrote del nacionalismo. Quieren levantar nuevas fronteras y que vuelvan a primar las cuestiones identitarias". Vargas Llosa describió la construcción europea como "el proyecto más ambicioso en la búsqueda de la libertad". También aseveró que España es el país "que más se ha beneficiado de Europa".
El modelo Macron
El nacionalismo, siguió Vargas Llosa, "desencadenó" las guerras mundiales y ya entonces "era una ideología anacrónica y pasada de moda". Ahora, en palabras del nobel, ya amenaza a Polonia, Austria, Hungría e Italia. "Francia estuvo al borde".
Porque Rivera y Vargas Llosa, además de un proyecto similar para España, comparten una simpatía: el presidente francés, Emmanuel Macron. Cs ya trabaja en una plataforma transversal que le integre junto a En Marche de cara a las próximas elecciones europeas. En la alianza también participará el Partido Democrático Italiano del ex primer ministro Matteo Renzi. Una convergencia, por cierto, compatible con ALDE, el grupo parlamentario liberal que ahora acoge a los naranjas en Bruselas.
"Macron ha devuelto a Francia la ilusión por Europa. Se han convertido en la locomotora más dinámica. Si llega a triunfar el Frente Nacional de Le Pen, la Unión podría estar desapareciendo en estos momentos", discurrió el escritor. Unas palabras muy del agrado de Rivera, descrito por el Gobierno de Macron como "el mejor aliado en España".
"A veces el miedo es más fuerte que la ilusión. Yo soy optimista por naturaleza y considero estas crisis una oportunidad. Debemos ser autocríticos y no dejar esa herramienta exclusivamente en manos de populistas y nacionalistas", zanjó Rivera.
La batalla por el liderazgo del PP y las primeras decisiones de Pedro Sánchez al frente del Gobierno han apartado a Ciudadanos de las portadas, pero Rivera ha encontrado en los mítines y la armadura intelectual un nuevo método de influencia electoral.