La victoria de Pablo Casado ha sellado el relevo en la política española. Pedro Sánchez tiene 46 años y los otros tres grandes líderes no superan los 40. Zanjado el Congreso del Partido Popular, la batalla por el electorado del centro-derecha poco tendrá que ver con lo visto hasta ahora. El recién elegido presidente (1981) y Albert Rivera (1979) comparten generación y maneras, aunque difieren en el argumentario.
De la noche a la mañana, Ciudadanos se ha topado con un candidato más joven que el suyo, cuando el anterior, Mariano Rajoy, le sacaba un cuarto de siglo. ¿En qué se parecen y en qué se diferencian Casado y Rivera? ¿Cómo afectará la disputa a las encuestas? ¿Por qué Cs, según las fuentes consultadas por este periódico, considera rentable el resultado del congreso del PP del fin de semana?
Casi la misma edad
Albert Rivera nació en Barcelona el 15 de noviembre de 1979. El cumpleaños de Pablo Casado (Palencia) es el 1 de febrero de 1981. Mariano Rajoy llevaba catorce años al frente del PP. Por primera vez desde el nacimiento de Ciudadanos, los de centro competirán con un partido capitaneado por la misma generación.
Si Casado cumple, renovará la Ejecutiva del PP, lo que hará extensible esta semejanza del líder al partido. La fotografía de familia tomada en Génova ya no inspirará el blanco y el negro en comparación con la de Ciudadanos.
Formación
Rivera estudió Derecho en ESADE y luego amplió su formación en Helsinki y Estados Unidos, ya con la vista puesta en la política. Casado se licenció en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid y, más tarde, cursó la carrera de Administración y Dirección de Empresas en la Rey Juan Carlos, donde obtuvo un máster similar al de Cifuentes (hay una investigación abierta en torno al título).
A pesar de que el origen académico lo corte el Derecho en ambos casos, Casado se dedicó a la política con tan solo veinte años y no aúna experiencia en la empresa privada. Rivera sí que la tiene. Fue letrado jurídico de La Caixa.
El aeropuerto de la tele
Uno y otro encabezan esa nueva generación de políticos alumbrados por las tertulias televisivas. Jóvenes, con dotes para la oratoria, encontraron su hueco ante las cámaras mucho antes de engrosar la primera línea de sus partidos.
Gesticulan, apenas utilizan papeles, les gusta la tribuna... Lo mismo les da el escaño que una conferencia o un corrillo con periodistas. La llegada de Casado supondrá un acercamiento a Ciudadanos, por lo menos en las maneras.
El legado de Adolfo Suárez
Cuando las encuestas inflaron a Ciudadanos por primera vez, muchos analistas buscaron parecidos entre la misión de Rivera y la que llevó a cabo Suárez en la Transición. Un paralelismo que el candidato acogió con gusto. Tanto es así que ha utilizado en numerosas ocasiones citas empleadas en su día por el primer presidente de la democracia.
En este sentido, Casado ha adelantado a Rivera. El día de su victoria entró al plenario acompañado por el hijo de Suárez, que participó en alguno de sus actos de campaña. El nuevo líder popular se lo agradeció expresamente tanto en el discurso anterior a la votación como en el posterior.
La bendición de Aznar
El expresidente del PP ha bendecido, de forma indirecta, a uno y otro candidato. A Rivera lo ha invitado varias veces a participar en los actos organizados por la institución educativa que preside: el Instituto Atlántico. Su relación era más fluida con el líder de Cs que con Mariano Rajoy.
Por otro lado, Casado fue su ahijado político. Le incluyó en su gabinete tras dejar la presidencia del Gobierno. Participó a su lado en varias cumbres internacionales. El recién nombrado número uno del PP fue el único candidato en laudar el legado de Aznar en campaña.
¿Qué piensa Ciudadanos?
"Estamos muy tranquilos", coinciden varios dirigentes del partido tras la victoria de Casado. "Aunque él venda la renovación, era el portavoz de la Ejecutiva de Rajoy. La hemeroteca va a estar ahí".
Ciudadanos plantea una estrategia con dos vértices para contrarrestar el nuevo aire de Casado. Por un lado, tratarán de recordar que lleva "toda la vida" en el PP; y por otro, intentarán aprovechar la inseguridad que pueda generar "un candidato sin experiencia" en los votantes más mayores. "Ellos nos echaban en cara que no habíamos estado en el poder. Ahora ya no podrán hacerlo", relatan las fuentes consultadas por este diario.
Ideológicamente, Ciudadanos celebra la apertura de un nuevo eje. "Aquí no ocurría, pero sí en Europa. Ellos van a ser muy conservadores y nosotros, liberales. Creo que esa dicotomía nos beneficia. Todavía hay mucho que rascar en el centro. Además, los que se vinieron con nosotros lo hicieron porque les ofrecimos un proyecto renovador. Casado no es un personaje nuevo, no ha revolucionado la derecha", explica un dirigente de Cs. La victoria de Sáenz de Santamaría, apuntan, sí les podría haber comido algo de espacio. "Ahora tenemos la cancha más libre".