Pedro Sánchez (46 años) y Pablo Casado (37) se verán por primera vez este jueves por la tarde en Moncloa en una reunión impensable hace tan solo dos meses. El líder del PP llega a su primera visita institucional con el presidente del Gobierno tras visitar en Algeciras (Cádiz) y Ceuta a los inmigrantes que llegan hasta la costa y pedir un "plan Marshall para África".
Casado se hizo una polémica foto con inmigrantes después de criticar duramente la política del Gobierno del PSOE. Casado aseguró que "de nada sirven los populismos, ni buenismos ni demagogias. No se va a resolver esta situación diciendo que va a haber papeles para todos, que el Estado del bienestar es ilimitado o que la ruta de la inmigración ilegal en España es más fácil que en otros países". En la agenda de los dos líderes esta incluido el fenómeno migratorio y cómo hacer frente al desafío secesionista, entre otras prioridades.
El presidente del Gobierno consiguió llegar a La Moncloa gracias a que salió adelante una moción de censura contra Mariano Rajoy, que decidió convocar un Congreso Extraordinario para que los militantes del Partido Popular eligiesen a su sucesor. Rajoy confiaba en que la moción de censura no prosperara. Una llamada del presidente del PNV el jueves 31 de mayo a mediodía, informándole de que sus cinco diputados darían la mayoría que necesitaba Pedro Sánchez para gobernar, hizo trizas todos sus planes. El entonces jefe del Ejecutivo tampoco esperaba que, una vez que había decidido irse del todo, su sucesor natural, Alberto Núñez Feijóo, se echara para atrás en el último momento.
Fue Pablo Casado quien dio la sorpresa en esta durísima competición por hacerse con el control del Partido Popular. El entonces vicesecretario de Comunicación del PP dio un paso al frente antes incluso de que el barón gallego anunciase que se quedaba en Galicia. El diputado por Ávila se adelantó también a que Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal presentaran su candidatura.
Una mayoría holgada
Él se presentó a sí mismo como el candidato de las bases y temía que las dificultades para la primera votación le dejaran fuera de combate. Sin embargo consiguió casi lo imposible: pasar esa fase y dejar atrás a la todopoderosa secretaria general del PP, que puso todo su poder en la candidatura de Casado. El vicesecretario se impuso a Santamaría en una reñidísima segunda vuelta con 450 votos de diferencia. Una holgada mayoría que le subió a lo más alto del Partido Popular solo tres meses antes de que todas las quinielas le posicionaran como candidato a la Alcaldía de Madrid o a la Comunidad que dejó huérfana Cristina Cifuentes.
Pedro Sánchez también llegó a La Moncloa contra todo pronóstico y se estrenó ya como presidente del Gobierno apenas unas horas después de echar a Rajoy del Gobierno. Desde entonces, el jefe del Ejecutivo ha puesto en marcha varias polémicas que han generado mucha controversia como abrir el puerto de Valencia para que llegara el barco Aquarius, una decisión que el propio Pablo Casado criticó con dureza.
Partidarios de "la xenofobia"
Desde que Casado asumió las riendas de Génova, el Ejecutivo del PSOE le ha atacado al considerar que pretende imprimir un giro a la derecha del partido que puede romper materias en las que el Ejecutivo y el principal partido de la oposición han buscado tender puentes. Este martes, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo acusó al presidente del PP de "alinearse con algunos líderes europeos" partidarios de la "xenofobia" a través de "política sencilla, de bajo nivel, de paseos" como el de este miércoles entre inmigrantes. Las posturas sobre el aborto o Cataluña también alarman al Gobierno.
Fuentes de Moncloa aseguran que Sánchez abordará "varios asuntos de Estado para un nuevo tiempo político". La lista recoge las "migraciones, Europa, crisis política en Cataluña y vías de acuerdo, violencia de género e infraestructuras", según las mismas fuentes, que esperan desacuerdos importantes al menos en la inmigración y las negociaciones con la Generalitat.
Si desde el Gobierno se critica a Casado por algunas de sus primeras propuestas, desde el PSOE se alza la voz. El portavoz de la Ejecutiva y alcalde de Valladolid, Óscar Puente, aseguró este miércoles en una entrevista concedida a EFE que Casado es "muy Salvini, muy Trump" por sus posturas sobre migraciones y su manera de comunicar.
Pero el PSOE va más allá y cuestiona su honestidad personal. "Lo que está claro es que Pablo Casado es un líder que nace con algunos problemas serios, con una investigación judicial en torno al máster y, aunque la Complutense no haya encontrado irregularidades en su licenciatura, si lo mejor que tiene el PP es un señor que tardó siete años en aprobar la mitad de la carrera y cuatro meses la otra mitad... Lo que está claro es que su liderazgo nace con algunas sombras", según Puente.