Pedro Sánchez es el primer presidente aupado por una moción de censura. Su debilidad parlamentaria arroja una peculiaridad hasta ahora desconocida: en contra de lo que acostumbra a suceder, el Gobierno no tiene mayoría en la Mesa, el órgano que establece el orden del día de los plenos. Este martes, PP y Ciudadanos, que sí aúnan el poder suficiente, la han utilizado como herramienta política de contrapeso al Ejecutivo.
Los socialistas han intentado lograr la tramitación urgente y vía lectura única de su reforma de la Ley de Estabilidad, paso previo necesario a la aprobación de los presupuestos. Conservadores y naranjas son conscientes de que Sánchez y sus aliados suman mayoría en la Cámara, pero han dicho "no" en la Mesa para conseguir un retraso de lo inevitable. De ahí que el PSOE se haya soliviantado y haya calificado la maniobra de "fiilibusterismo" -término con el que se conoce el obstruccionismo parlamentario, legal en el Senado de Estados Unidos mediante las intervenciones sin límite de tiempo-.
El giro que pretendía sellar Sánchez contaba con el respaldo de Podemos. Consistía, a grandes rasgos, en eliminar el veto que actualmente ostenta el Senado de cara a la aprobación de los presupuestos. El Gobierno es consciente de que el PP, con mayoría absoluta en la Cámara Alta, hará todo lo posible por echar abajo la nueva Ley de Estabilidad y las cuentas generales.
La composición de la Mesa es la siguiente: PP (3), Cs (2), PSOE (2), UP (2). Los cinco que suma el centro-derecha ha tumbado las intenciones de Sánchez. La portavoz del PSOE, Adriana Lastra, ha acusado a la presidenta de la Cámara -y de la Mesa- Ana Pastor de haber, incluso, desestimado el informe de los letrados del Congreso, que aceptaban la tramitación urgente y vía lectura única de la reforma de la Ley de Estabilidad: "En lugar de la presidenta de todos los diputados, parece Pablo Casado".
El Ejecutivo, por medio de Lastra, ha reconocido que el decreto que en su día insinuó Podemos no es constitucionalmente posible y, por eso, ha exhibido una indignación sin ambages contra PP y Ciudadanos. El bloqueo, ha reconocido, podría retrasar las cuentas de Sánchez: "Y eso no lo vamos a consentir".
La portavoz de Unidos Podemos, Ione Belarra, secundaba al PSOE. Ha reconocido que su acuerdo con el Gobierno es "firme" y que existen "otras opciones" para evitar el bloqueo de PP y Ciudadanos.
Esas opciones, han desvelado después fuentes socialistas, pasan por obtener el respaldo del pleno para la tramitación urgente y vía lectura única, el proceso que este martes ha rechazado la Mesa. Con esa estrategia, sugieren, conservadores y naranjas no podrán levantar otra vez el dique de contención.
En palabras de Lastra, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, ha olvidado su supuesta neutralidad para evitar también que la propuesta del Gobierno fuera a la Junta de Portavoces, donde PSOE y Podemos podrían haber formado mayoría con sus aliados.
Según los socialistas, el "no" de la Mesa se podría haber remediado este mismo martes si Ana Pastor, siguiendo el consejo de los letrados del Congreso, hubiera aceptado que decidiera la Junta de Portavoces, donde sí tienen representación las fuerzas nacionalistas que no figuran en la Mesa.