Pedro Sánchez no se esperaba una bronca de Bruselas por su plan presupuestario apenas cuatro días después de haberlo presentado presumiendo de que respetaba escrupulosamente las reglas comunitarias. Por ello, el presidente del Gobierno se ha esforzado este jueves en minimizar la advertencia formal que le ha dirigido por carta la Comisión Europea por el riesgo de que las cuentas españolas incumplan los esfuerzos de reducción del déficit exigidos por la UE.
"Es normal que las instituciones comunitarias pidan más información a este Gobierno", se ha justificado el presidente del Gobierno en la rueda de prensa final del Consejo Europeo. Pero lo cierto es que Bruselas sólo envía estas cartas de aviso cuando detecta riesgos de incumplimiento del Pacto de Estabilidad en las cuentas públicas de un Estado miembro. Este año, además de España, únicamente van a recibir cartas Italia, Portugal, Francia y Bélgica. Eso significa que los otros 14 países de la eurozona ya tienen luz verde de la Comisión para sus planes presupuestarios.
Sánchez ha esgrimido además en su defensa que el Ejecutivo comunitario también amonestó al anterior Gobierno de Mariano Rajoy en 2016 y en 2017 y en tonos más duros. Es verdad que el ex ministro Luis de Guindos recibió cartas de advertencia esos dos años, pero el contexto era diferente. En ambos casos, Rajoy no envió a Bruselas cuentas nuevas sino prórrogas presupuestarias, el primer año por la repetición de las elecciones y el segundo porque el acuerdo con Ciudadanos y el PNV se retrasó. La Comisión se limitaba a pedir entonces un nuevo presupuesto lo antes posible.
Pese a ello, el presidente del Gobierno sostiene que "hay una confianza muy importante de las instituciones comunitarias en este Gobierno, en su compromiso con el déficit". Sus cuentas públicas, ha asegurado, prevén un superávit primario por primera vez en 12 años, rebajan en un 0,4% el déficit estructural (la UE pide un ajuste del 0,65%), reducirán 2 puntos la deuda pública y "reconstruyen parte del Estado de bienestar dañado por la anterior administración".
En este sentido, Sánchez ha arremetido contra el líder del PP, Pablo Casado, por haber viajado a Bruselas a atacar el plan presupuestario español. "Es impropio de un partido de Gobierno ir acusando y trabajando en contra de los intereses de su país fuera de España", ha criticado el presidente del Gobierno.
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