La visita de Pablo Iglesias a la prisión de Lledoners (Barcelona) para ver al presidente de ERC, Oriol Junqueras, en prisión provisional por delitos de rebelión y malversación, no ha sentado nada bien en el Gobierno y en el PSOE.
La oposición ha criticado que Iglesias acuda a la cárcel y lo haga asegurando que tratará de persuadir a Junqueras para que apoye el borrador de Presupuestos pactado por el Gobierno y Unidos Podemos.
En Bruselas, Sánchez se ha obligado a salir al paso. "Agradezco al señor Iglesias a esta propuesta presupuestaria. Pero también recuerdo: la negociación en nombre del Gobierno la hace el Gobierno", ha dicho al ser preguntado por la visita, que se producirá este viernes.
Sánchez ha hecho estas declaraciones en una rueda de prensa al término de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, celebrada este miércoles y jueves en la capital comunitaria.
Malestar en el PSOE
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ciriticó este miércoles lo que ella considera "sobreactuación" de Iglesias. Según ella, es sorprendente que "haya pasado del sorpasso al PSOE y de votar en contra de un presidente socialista, a querer aparecer como si fuera un vicepresidente en la sombra".
El propio Iglesias ha reconocido que acude a la prisión de Lledoners (Barcelona) para buscar el apoyo de Junqueras al pacto con el Gobierno, pero tras desvelarse la reunión con el líder de ERC en la prensa, Iglesias ha tenido que matizar en calidad de qué acude al centro penitenciario.
"No soy ningún delegado del Gobierno, soy el presidente del grupo de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea. Nosotros formamos parte de un acuerdo de presupuestos y vamos a hacer nuestro trabajo para intentar que den los numeros con todas las fuerzas políticas, pero el Gobierno también tiene que hacer su trabajo, no podemos sustituir ese trabajo", dijo este miércoles.