No irá en sus listas, pero el apoyo que prestará en los mítines le ha convertido en la nueva estrella de Vox. Antonio del Castillo está abrumado. Su móvil no deja de sonar desde que, este lunes, la opinión pública conociera su fichaje por los de Santiago Abascal. Tanto es así que ha decidido no atender a los medios de comunicación durante estos días: "Por favor, no voy a hacer declaraciones".
Tal y como adelantó este diario, el padre de Marta del Castillo será, junto al torero Morante de la Puebla, uno de los rostros mediáticos de Vox en su campaña de las elecciones andaluzas, que se celebrarán el próximo 2 de diciembre.
Del Castillo asegura haber abandonado el PP, partido que ha apoyado hasta ahora, por "estar harto de los complejos en Cataluña" y del "lenguaje políticamente correcto". Dice haber encontrado en Abascal la sintaxis clara y los diagnósticos que se encuentran a pie de calle.
La noticia de su fichaje fue Trending Topic en Twitter y cosechó decenas de miles de interacciones. Con un mensaje, precisamente en esta red social, Del Castillo desechó la posibilidad de conceder entrevistas, pero confirmó la información publicada: "Vox tendrá mi apoyo y asistencia a algún acto, siempre que mi trabajo y tiempo me lo permita".
La primera vez que Del Castillo figuró junto a líderes políticos fue en 2014. Rajoy y compañía lo llevaron al Congreso como asesor en relación a la Prisión Permanente Revisable. Pero ha llovido mucho desde entonces. La actitud mostrada por los populares en Cataluña ha decepcionado sobremanera a Del Castillo.
Las fuentes del PP consultadas por este periódico lamentan el fichaje que les ha hurtado Vox: "Respetamos la opinión de cualquier persona. Estamos trabajando intensamente para que nuestros candidato sean los mejores. Por tanto, máximo respeto. El padre de Marta del Castillo sabe que su causa preocupa al PP y que siempre seremos sensibles y comprensivos ante su dolor".
El PP asegura seguir trabajando para defender la Prisión Permanente Revisable, pero Vox -el nuevo partido de Del Castillo- va un paso más allá: apuestan por implantar la cadena perpetua.
A Del Castillo no le preocupan los comentarios que pueda desatar esta noticia. Rechaza las etiquetas "ultraderecha" y "populista": "No creo que Vox sea nada de eso. Yo nunca apoyaría algo que se situara en un extremo".