Torra y el lazo amarillo, caganers estrella de las navidades 'indepes'
- La figura de Puigdemont sigue siendo una de las más vendidas.
- El gobierno de los jueces echa de una reunión a un cargo catalán que quiso intervenir con un lazo amarillo
- Así se ensañaron los policías de L'Ametlla contra quienes pintaron de rojo un lazo amarillo
La Navidad 'se acerca' y con ella las novedades de las empresas que hacen su mayor parte de ingresos estas próximas semanas, como las que producen turrón y otros dulces típicos o figuras para el belén. En Cataluña, la más popular es el caganer, que cada año incorpora rostros populares.
Cómo no, este 2018 Quim Torra, presidente de la Generalitat, es el principal 'fichaje' al que se puede ver agachado, con el pantalón bajado y haciendo lo propio de esta imagen. Sin embargo, no es la que más ha llamado la atención, sino un lazo amarillo y un manifestante catalán ataviado con barretina y con un cartel en el que se puede leer 'Llibertat presos polítics' ('Libertad presos políticos').
La empresa gerundense caganer.com ha recreado también a Dolors Bassa, Carme Forcadell, Jordi Turull, Raül Romeva, Joaquim Forn y Josep Rull, que se suman a las que ya había de Jordi Sánchez, Jordi Cuixart y Oriol Junqueras, todos ellos en prisión.
'Nacen' también las de Roger Torrent, presidente del Parlament, y Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, que aún no estaban en el catálogo, al igual que la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, o el diputado de ERC Gabriel Rufián.
"A nosotros nos gusta"
Las figuras más vendidas hasta ahora son las del expresident Carles Puigdemont o las del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su antecesor, Barack Obama. Hay de hecho varios ejemplos internacionales, ya que la empresa que fabrica las imágenes, situada en Torroella de Montgrí, quiere exportar la tradición.
Los precios oscilan entre los 6 y los 16 euros. El lazo amarillo cuesta 15. En la web, en el apartado de 'detalles del producto, se explica: "El lazo amarillo ha servido para reivindicar la liberación de los presos políticos catalanes. Curiosamente, con el tiempo ha generado dos posturas, quienes lo ven como una muestra de libertad de expresión y quienes lo ven como una ofensa. A nosotros nos gusta. El caganer lo demuestra, ¿verdad?"