La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, ha perdonado al imán de la cárcel de Zuera (Zaragoza), Fawas Nahhas, que fue expulsado de la institución penitenciaria por relacionar supuestamente los atentados de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils con la participación española en misiones internacionales.
Fuentes penitenciarias consultadas por Europa Press han informado de que el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, firmó el 11 de octubre la autorización para reincorporar a Fawas Nahhas como imán de la prisión de Zuera. Tanto él como el presidente de la Comisión Islámica de España, Riay Tatary, le habían remitido tres cartas solicitando su reingreso, la última fechada el pasado 2 de octubre.
Instituciones Penitenciarias deshace así la orden comunicada el 11 de septiembre de 2017 por el departamento que entonces dirigía como ministro del Interior Juan Ignacio Zoido, quien mantuvo a Ángel Yuste como responsable de la Secretaría General de Prisiones. La expulsión se decidió tras unas declaraciones que se produjeron durante una oración celebrada en la prisión el 25 de agosto de 2017, ocho días después de los atentados de Cataluña.
En una rueda de prensa posterior, Nahhas aseguró que todo fue un malentendido y que no hubo "en ningún momento" apología del terrorismo. "Respecto a las palabras citadas, son a mi parecer, una mala explicación por mi parte, una mala interpretación por parte del funcionario y una descontextualización, lo cual han derivado en conclusiones erróneas", defendió el clérigo musulmán. Es el mismo argumento que ha utilizado en las cartas remitidas al nuevo equipo al frente de Interior.
Ordenadas tras expulsiones
La Comisión Islámica de España ha asegurado que tiene ya registrados a 35 imanes con una formación religiosa acreditada para realizar asistencia en las cárceles o celebrar matrimonios. Fuentes penitenciarias aseguran que en las cárceles españolas ofician 15 de estos imanes con previa autorización del Ministerio del Interior.
En paralelo a estas actuaciones, la Comisaría General de Información de la Policía Nacional ha intensificado el rastreo de aquellos religiosos considerados radicales para aplicarles expedientes de expulsión de acuerdo a la Ley de Extranjería, especialmente tras acreditarse el papel que jugó el imán de Ripoll (Girona) Abdelbaki El Satty como 'cerebro' de la célula que atentó en Cataluña el 17 de agosto de 2017.
El último caso fue el de El Ejido (Almería), Abdelouahab E., de 40 años y nacionalidad marroquí, por amenazar la seguridad nacional debido a sus mensajes radicales y contrarios a la legislación española. La decisión, como en anteriores ocasiones, se adoptó en colaboración con el CNI y se procedió a su expulsión por la frontera de Melilla. Este religiosa había sido investigado en el pasado por un delito de terrorismo.
También se hizo lo mismo con el de Salt (Girona), Mohamed Attaouil, quienes entre sus objetivos figuraba crear una policía religiosa para vigilar el cumplimiento del Corán entre la comunidad islámica. En los informes policiales se le relaciona con la financiación de la ONG Revival of Islamic Heritage Society (RIHS).
Se procedió igual con el imán de La Rábita, un pequeño municipio de Granada, o el de Navarra, considerado "un predicador de ideología salafista-wahabí" que disponía de financiación para construir un centro islámico en Corella, cuyas obras se paralizaron.
En abril de este año la Secretaría de Estado de Seguridad ordenó la expulsión a su país de origen, Egipto, de un imán de Logroño, Alaa Mohamed Said. También fue considerado "una amenaza contra la Seguridad Nacional" por intentar extender las doctrinas más radicales del salafismo-wahabista.