El pleno del Congreso languidecía en una noche de posturas previsibles. Es una de esas tardes, muy pocas, en las que el Senado reunía más periodistas que la Carrera de San Jerónimo. Allí comparecía Pedro Sánchez. El portavoz de Esquerra Republicana, Joan Tardà, ha aprovechado la circunstancia para inaugurar "el día de la bestia". Un sucedáneo histriónico con el que conmemorar la muerte de Francisco Franco. "¡Fascista! ¡Fascista!", le ha gritado a Rivera. Populares, naranjas e incluso diputados de Podemos le contemplaban atónitos.
Antes de llegar al chillido final, Tardà, el diputado que lleva casi quince años en el Congreso para intentar que Cataluña deje, precisamente, de contar con escaños en la Cámara, ha desmigado los argumentos que, a su parecer, hacen de Albert Rivera un fascista sin paliativos.
Lazo amarillo en la solapa y gesto duro, Tardà ha escenificado "tristeza" por "tener que cruzar el Rubicón". Pero él no ha tenido que mojarse en ningún río, simplemente ha recorrido los metros que separan su butacón de la tribuna para subir las escaleras y gritar: "¡Fascista!". Este "día de la bestia", ha sintetizado, se trata de una suerte de intercambio de adjetivos: "Cada vez que usted nos llame golpistas, yo le llamaré fascista... ¡Fascista!". Rivera, desde su asiento, amagaba enfado, pero luego le entraba la risa.
"Ya no aguantamos más", le ha explicado Tardà. Él, voz del pueblo oprimido, le ha insultado en nombre de los "miles de torturados y fusilados por verdaderos golpistas, como Franco". De ahí el "día de la bestia", que tal día como hoy, ha enfatizado el de Esquerra Republicana, "moría vieja, decrépita".
Cuesta abajo, sin papeles -el discurso ha sido de memoria-, ha continuado: "Señor Rivera, usted es una vergüenza. Y un fascista, pero sus votantes no. Posiblemente, el mayor número de sus diputados tampoco".
Vociferados los adjetivos, Tardà ha dedicado un minuto a las propuestas: "Usted da por hecho que se utilizó la fuerza y la violencia -el día de la DUI-. Nosotros hablaremos de amnistía, nunca de indulto". Podemos, aunque sin utilizar el término "fascista", también ha tachado a Albert Rivera de "autoritario".
El PSOE, junto a nacionalistas y Podemos, ha votado en contra de la propuesta de Ciudadanos, que pedía al Gobierno un "no" taxativo a la posibilidad de indultar a los presos separatistas en caso de que sean condenados.
Rivera, como Tardà, también ha incluido un símil histórico en su intervención. Le ha dicho a Sánchez que indultar a los políticos catalanes sería lo mismo que si Calvo-Sotelo hubiera indultado a Tejero por el 23-F.